Con el desempeño de los candidatos, según las encuestas, los electores están viviendo de emoción en emoción, especialmente, los que toman la política con pasión. Van y vienen de un estado de ánimo a otro.A veces, cuando ven determinados “resultados” de encuestas, expresan a viva voz su alegría, y efectivamente, lo gozan. Cuando la última de las investigaciones del mercado electoral les resulta contraria a sus expectativas, se les cae el ánimo.
Y es que en este país, la política es un deporte, quizás, tanto como la pelota. Y la gente se envuelve, se entusiasma, y la vive día a día. Puras simpatías que nada tienen que ver con quienes se matan por los intereses que buscan asegurar en la guerra por el poder.
Dentro de ese temperamento, realizan sus propias “investigaciones” sobre posicionamientos de los candidatos. También consultan a personas que ellos consideran “expertas” en materia electoral.
A esas personas, el mejor consejo que se les puede dar es que aseguren su fidelidad, en función de las que pudieran ser sus afinidades con los aspirantes presidenciales y sus partidos.
Asimismo, otra recomendación podría ser que entiendan que la República Dominicana está solamente en un proceso de renovación de sus principales autoridades ejecutivas. Este 20 de mayo el mundo no termina. Al otro día, que es lunes, laborable, todo debe seguir en paz.
Naturalmente, como para el común de los dominicanos la política también es goce, es normal que estas situaciones se produzcan, pero hay que verlas con cierto sentido filosófico, no como parar morir del corazón si el domingo en la noche los números no dan como se espera.
Lo importante es que los actores, que desde el miércoles lucen algo más sosegados, también contribuyan para que todo termine como debe ser: una fiesta verdaderamente democrática, con una gran ganadora, la República Dominicana.
