El paro de docencia por 72 horas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), convocado por La Federación de Asociaciones de Profesores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (Faprouasd) se cumple este miércoles de manera parcial.
A estos se le suma la Asociación de Empleados de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (Asodemu), quien asegura que se está cumpliendo en un 100 por ciento.
Sin embargo, algunos departamentos desarrollan sus actividades de manera norma, como es el caso del departamento de Registro de la academia que están inmersos en el proceso de investidura debido a la graduación del próximo lunes 25.
Además los supervisores estás ofreciendo sus servicios.
“Nosotros nos sumamos a la huelga porque los empleados administrativos somos los de menor escala salarial a lo interno de la universidad y nuestros pronunciamientos han sido siempre a favor de la seguridad social”, expresó Reynaldo Aybar, presidente de Asodemu.
Rechazó un aumento de un cinco por ciento porque a su juicio no resuelve los problemas económicos del empleado universitario por lo que exigen un 60 por ciento.
Mientras que los estudiantes advirtieron que realizarán vigilias y otras actividades para exigir el reinicio de la docencia.
Llamaron al rector, Mateo Aquino Febrillet, Asodemu y a Faprouas a que se sienten en la mesa del diálogo para que resuelvan la crisis porque está pasando la academia.
Aquino Febrillet propuso que se convoque al claustro mayor que es el que tiene la facultad de decidir sobre esas demandas.
Centros regionales
Los profesores y el personal administrativo de los centros universitarios en la zona norte también paralizaron todas sus actividades.
El paro se extenderá por 72 horas, a partir del este miércoles.
“En reclamo de un reajuste salarial que nos permita afrontar el alto costo de la vida, un seguro médico eficiente, la capitalización del plan de retiro y el respeto a la carrera administrativa”, dijo Jochy Núñez.
Además demandan la contratación de los cinco empleados temporales que supuestamente llevan cinco años sin ser contratados.