Mao-. Ante lo que consideran un recrudecimiento de la represión policial contra indefensos ciudadanos, diversas organizaciones de este municipio marcharon reclamando el traslado del Director Regional Noroeste de la Policía y el sometimiento a la justicia de los agentes involucrados en violación a los derechos humanos.
La protesta pacífica partió desde la calle Félix Bonilla esquina J. Amaro Sánchez, detrás del Estadio Pucho Marrero, y recorrió diversas calles para culminar en el Parque Central Amado Franco Bidó de esta ciudad.
Entre las entidades que asistieron a la marcha están: Comisión de Ciudadanos y Ciudadanas por los Derechos Humanos de Mao (CODEHUMA), las juntas de vecinos “Nuevo Atardecer”, “Divino Niño” y “Remanso de Paz”, así como el movimiento “Jóvenes Entusiasmados por la Vida” (JEVI) y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP).
Rafael Aníbal Reyes y Juan Isidro Rodríguez, del CODEHUMA, indicaron que dicha represión cuenta con la aprobación del Director Regional Noroeste de la Policía Nacional, general Orison Olivence Minaya, quien, según dijeron, ve con simpatía las acciones, alegando que la ola de violencia y delincuencia social en la provincia Valverde ha bajado en un 60 por ciento.
Precisaron que esta represión se caracteriza por las redadas que se realizan todas las noches en diferentes puntos de Mao, el apresamiento de jóvenes, adolescentes y personas adultas, así como la ejecución de dos jóvenes, intimidación y maltratos a periodistas y reporteros gráficos.
Todo esto ha provocado que la población se cohíba de salir a la calle en horas nocturnas ante el temor de los apresamientos indiscriminados por parte de la Policía Nacional.
Durante el trayecto de la marcha, los manifestantes portando pancartas vociferaron consignas en que las que reclamaban el traslado del Director Regional Noroeste de la Policía Nacional, general Orison Olivence Minaya; así como el sometimiento a la justicia de los agentes policiales que violan los derechos humanos y que se sancionen ejemplarmente, evitando un circo de mal gusto, como el que se hizo al conocerse la medida de coerción contra los policías que golpearon salvajemente a un joven estudiante de medicina.
