Encarnación se encamina a recibir un gran cheque

David Ortiz, emulando a muchos líderes políticos, escogió a su sucesor, pero, como también suele pasar en ese mundo, la palabra del líder que se retira no siempre tiene categoría de decreto.

David Ortiz, emulando a muchos líderes políticos, escogió a su sucesor, pero, como también suele pasar en ese mundo, la palabra del líder que se retira no siempre tiene categoría de decreto. Está claro que Ortiz quisiera ver a Edwin Encarnación en Boston y en el puesto de bateador designado que estará disponible a partir de 2017. Las declaraciones de David durante el Juego de Estrellas no cayeron bien por muchas latitudes.

Se atrevió a decir que “Boston sabe que necesita traer poder (tras su retiro) y con el perdón de Toronto, ¿quién mejor que Encarnación para eso?”. El Big Papi, como le llaman a Ortiz, se salvó de una multa por “tampering”, la falta en la que se incurre cuando el miembro de un equipo, sin importar rango, habla sobre otro que aún está bajo contrato.

Nadie puede refutar el hecho de que Edwin tendrá una buena paga en la venidera temporada de agentes libres en la que será uno de los principales nombres en el mercado.

El nativo de La Romana se encamina a compilar la mejor temporada de su carrera en las estadísticas de poder que mueven a grandes contratos. Sus cifras tope en una campaña en jonrones y remolcadas son 42 y 110, respectivamente, en 2012. Tiene todo para superar ambas en 2016. Suma 35 cuadrangulares y 110 producidas. Su promedio está en .271, que no le hace daño para negociar.
Edwin es una de las razones por las que Toronto está en pelea en la División Este de la Liga Americana.

¿Más de US$17 millones?

Encarnación, quien también juega en la primera base, está en el último año de un pacto por seis que firmó en 2011 por 43 millones de dólares con Toronto, donde ha resurgido tras no poder establecerse al nivel proyectado con Cincinnati.

Merece mucho más que los 10 millones de dólares que devenga actualmente. Tiene 33 años y ha sabido mantenerse saludable en años recientes. En las últimas seis campañas su promedio de partidos está en 138. Puede aspirar a un pacto por cinco estaciones.

El designado mejor pagado es Víctor Martínez, de Detroit, con 17 millones de dólares por campaña hasta 2018. Martínez es un buen bateador, pero es de cristal. Se ha lesionado bastante en su carrera. David devenga 16 millones de dólares en este 2016, mismo monto que en 2015.

Los representantes de Encarnación, que salvo un ruido reciente presenta un comportamiento de calidad, pueden tomar estos dos montos como referencia para comenzar a negociar. Es más joven que ambos y presenta mejores números de poder que Martínez.

Es el único activo con una racha de cinco campañas de al menos 30 jonrones. En la única que no ha remolcado 100 desde 2012, fue en 2014 cuando se quedó con 98. Ha sido un azote en la Americana y con él, hay que hablar de dinero.

Le conviene jugar en el vetusto Fenway Park

Edwin tendrá un buen grupo de conjuntos tras sus servicios, incluidos Toronto y Boston. Los Medias Rojas son un caso interesante porque David se retira y habrá un hueco para el puesto de designado, además de que Edwin puede aportar en la inicial. El Fenway Park es un estadio diseñado para bateadores derechos. Su “Monstruo Verde” en el bosque izquierdo es un paraíso para diestros de poder. Manny Ramírez y Jim Rice, para citar dos, se dieron banquete en ese parque, donde Edwin batea para .296 con 14 jonrones y 41 remolcadas en 47 partidos. Tiene 303 cuadrangulares de por vida. Jugar en Boston le garantiza aumentar considerablemente esa cantidad.

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