El problema interno del PRD –insisto- sigue como el cuento de nunca acabar. Y es que los egos de muchos no se desinflan así por así. Es más, aparenta que se inflan más cada día. Ahora, como para enchinchar más el avispero, el presidente Hipólito Mejía, que con los tropezones (¡y qué tropezones!) que le ha causado su repentismo ya desfasado debería levantar los pies, está convocando a una reunión para esta tarde dizque “para coordinar la participación del PRD en la actual coyuntura social, política y económica”.
Es como si hubiera un empeño por echarle gasolina al fuego. Están como Eróstrato, que le importaba un bledo que el templo de Artemisa se desplomara devorado por las llamas, con tal de ganar fama y nombradía. ¡Aaah compañeros…!
Con discreción
Con extraordinaria discreción ha seguido realizando un trabajo político hacia lo interno del PRSC, el médico Ricardo Espaillat, entusiasta reformista de la diáspora que no se amilana por los contratiempos.
Cuando se ha creído que él se habría sentado, que estaría alejado de los escenarios partidaristas, me llega la información de que sigue trabajando por su partido como el fuego en la basura, quemando por debajo. Espaillat es de los que creen en mantener el legado del presidente Joaquín Balaguer en el PRSC. Me parece que es de los que creen en el futuro de su organización´, que podría beneficiarse mucho de su voluntad y decisión de trabajo. Y no luce tendenciado…
Parecen zapatitos
Hay quienes dudan de la eficacia y eficiencia de los organismos de inteligencia cuya responsabilidad es la de velar por la seguridad del Estado, y hasta creen y proclaman que “en esos cuerpos no se trabaja, lo que se hace es chismear”. Están muy equivocados.
Una de mis fuentes en la inteligencia del Estado acaba de mostrarme recién ayer reportes sobre lo que han estado haciendo tras bastidores últimamente ciertos personajes, que no tuve otra opción que quedarme boquiabierto. Hay cosas que colgando parecen zapatitos…
