Conozco programadores web y diseñadores gráficos a los que les va mejor en la noche; y escritores o editores, como es mi caso, que prefieren la madrugada. Busca ese momento donde te des cuenta que las ideas te fluyen de manera más natural y vuelve un hábito trabajar a esa hora.
1. Mantén los ojos abiertos. Sé como un niño curioso, detente y maravíllate de los detalles; no sabes en que momento puedes encontrar tu musa.
2. Vuélvete un bambú vacío. Esto lo aprendí en el libro Creatividad, de Osho. Muchas veces los paradigmas, conceptos y creencias que tenemos atrofian la creatividad. Olvida todo lo que sabes, deja el intelecto a un lado y permite que la creatividad se manifieste.
3. Documéntate. Busca información sobre lo que te interesa. Esto te dará ideas y ayudará a despertar el creativo que hay en ti. Además de que te volverá aún más conocedor del campo que desarrollas, lo cual es esencial a la hora de conversar con otras personas o clientes potenciales.
4. Sé la cosa que es objeto de tu creación. Siéntete ‘eso’ que quieres crear. Si quieres decorar una habitación, por ejemplo, siéntete siendo la habitación; qué color te gustaría tener, cuáles formas, cuadros… Identificarnos y sentirnos el objeto de la creación nos ayuda a fluir y desarrollar un trabajo más consciente.
5. Toma notas. Sea cual sea tu proyecto de creación es indispensable tomar notas. Duerme con un cuaderno al lado de tu cama, por ejemplo. Los sueños son grandes fuentes creativas, así cuando despiertes, tienes menos probabilidad de perder la idea soñada. Si estás de viaje y ‘tienes tus ojos abiertos’, como indiqué en el punto 2, anota cualquier idea que venga para que puedas trabajarla posteriormente.
6. Conversa con personas que estén en tu “misma onda”. Elige reunirte con quienes compartan tu misma pasión o interés. En ellos podrás encontrar inspiración; además de que compartir experiencias te puede ayudar a aprender a hacer las cosas de una manera distinta.
7. No temas romper las reglas. Históricamente, las mentes brillantes nunca han seguido las reglas. Olvídate de cómo te dijeron que deben ser las cosas. Hazlo a tu manera, experimenta, cambia.
8. Deja que la creatividad te encuentre. En la mayoría de los casos, es un error forzar el trabajo creativo. Si tienes un buen rato tratando de encontrar la idea de hacer algo y no lo has logrado, suéltalo y haz otra cosa. En su momento la idea llegará a ti de manera natural.
9. Medita. Esta es una de las mayores herramientas creativas. Según Maslow, una persona creativa es una persona sana y consciente de su humanidad. Y justamente a través de la meditación puedes conectar tu humanidad-divinidad, y es en ese punto donde las ideas se encuentran a borbotones.