La primera vuelta de las recientes elecciones realizadas en Brasil dejan algunas enseñanzas importantes que, desde mi humilde punto de vista, podrían servir para proyectar algunas de las situaciones que pueden presentarse en las elecciones dominicanas de mayo del 2016. En especial el papel jugado por el ex-presidente Inacio Lula Da Silva y la importancia de mantener unificado un aparato político como el Partido de los Trabajadores de Brasil después de 12 años de gobierno continuo y una situación económica que no le es muy favorable a la actual presidente, Dilma Rousseff, quien aspira a la reelección y es casi seguro que la logrará en la segunda vuelta a celebrarse el próximo 26 de octubre.
Hasta una semana antes de las elecciones de Brasil todo indicaba que el fenómeno que representó Marina Silva, una fundadora del PT pero que había renunciado de ese partido y creado un movimiento ecológico, podría hacer que Dilma fuera derrotada al enfrentarse ambas en una segunda vuelta. Marina Silva fue una importante funcionaria de los gobiernos de Lula y muchos entendían que su forma de actuar políticamente era muy parecida a la de él. Era candidata vicepresidencial y pasó a asumir la candidatura presidencial cuando el candidato del Partido Socialista Brasileño, Eduardo Campos, falleció en un accidente aéreo en agosto de este año. Desde ese momento inició un ascenso meteórico en las encuestas que la llevó a estar en primer lugar incluso por encima de la presidenta Dilma Rousseff.
Ese ascenso de Marina estuvo motivado por varias razones. La primera era que muchos la comparaban con Lula e incluso decían que ella se parecía más a Lula que la propia Dilma. Otro elemento que le ayudó mucho es que la población sintió un cariño especial por ella como homenaje al fallecido Eduardo Campos.
Pero tal vez lo más importante es que el PT, Lula, Dilma y el gobierno no enfilaron sus cañones de crítica y enfrentamiento en contra de Marina hasta un mes antes de las elecciones. Cuando el expresidente Lula Da Silva, sin lugar a dudas el líder político más influyente de Brasil, se metió de lleno en la campaña de Dilma Rousseff e inició los ataques en contra de Marina, esta empezó a desplomarse en las encuestas y quedó en un tercer lugar.
En nuestro país la situación política apunta a algo parecido con Danilo y el candidato presidencial del PLD. Si el PLD elige su candidato sin mayores perturbaciones, si mantiene su unidad interna, si toda esa gran maquinaria electoral unida a la fuerza del gobierno se pone al servicio del candidato y a eso se une la fuerza moral y la popularidad de Danilo Medina, es muy difícil que el PLD pueda ser derrotado en las próximas elecciones. Y esto sin importar el candidato que sea elegido.
Si es Reinaldo, Francisco Javier, Temo o Radhamés Segura, tendrán a su favor que son opciones nuevas pero deberán montarse en los hombros de los dos líderes políticos más importantes del país: Danilo y Leonel. Si el candidato es Leonel tendrá que montarse en los hombros de Danilo y en el excelente gobierno que este ha realizado para poder disminuir y vencer el rechazo que tiene en un sector de la clase media. Hoy día en la República Dominicana el candidato del PLD para ganar necesita el apoyo firme, decidido y militante del más influyente líder político de este tiempo: Danilo Medina, asimismo como en Brasil para ganar Dilma Rousseff necesitó y necesita del apoyo fundamental de Lula.
