INTRODUCCIÓN:
La Oficina de Prensa y Comunicación del Arzobispado de Santiago me hizo llegar el ensayo del Lic. Domingo Paredes Azcona, abogado, titulado “Conferecnia del Episcopado Dominicano 50 años de Defensa y promoción de los derechos humanos” y me sugirió que lo difundiera, acogiéndolo en esta página semanal de elCaribe. Es lo que estoy haciendo ahora. El presente escrito, por lo tanto, no es de mi autoría, pero es bueno, útil y conveniente que lo haga mío y lo difunda. Copio, pues, textualmente al Lic. Paredes.
1. Los derechos humanos en general
“El secreto de la paz está en el respeto de los derechos humanos”. Juan Pablo II.
Los derechos humanos, como principios fundamentales plantean la necesidad de garantizar todo lo que las personas, tanto individual como colectivamente, requieren para desarrollarse plenamente, en cuanto a alimentación, educación, salud, empleo, un medio ambiente sano, respeto a la integridad física y psicológica, libertad de expresión y religiosa, de tránsito y muchas más; representan además, el respeto a la dignidad humana, por medio de la reclamación de la satisfacción de dichas necesidades. Al promover esos derechos, se previenen muchos conflictos que tienen su base en la pobreza, la discriminación y la exclusión social, económica y política, que siguen afectando la humanidad y destruyendo decenios de actividades de desarrollo.
2. 50 años de responsabilidad profética y social
La Conferencia del Episcopado Dominicano, a lo largo de su trayectoria de 50 años, de manera consuetudinaria ha sido y es una voz que ha asumido la responsabilidad profética y social de la defensa y promoción de los derechos humanos en un pueblo que por la historia de su vida republicana ha estado padeciendo una desprotección y vulnerabilidad de los mismos, así se refleja en su Carta Pastoral del 25 de enero de 1960, y otras en donde pone de manifiesto el sufrimiento de la sociedad dominicana, que para la época estaba dirigida por un gobierno de facto creándose un Estado totalitario y autoritario, suprimiendo casi en la totalidad los derechos fundamentales del hombre.
3. Lineamientos al menos sobre 15 derechos
Llama la atención como en todas y cada una de las cartas pastorales, mensajes y Pronunciamientos que ha dirigido la Conferencia del Episcopado su posición y lineamientos ha ido encaminada por el derecho a la vida, derecho de pensamiento y conciencia, al acceso a la justicia, respeto de los derechos de los migrantes, derecho a la libertad de reunión y asociación, derecho a la educación, a la salud, a la seguridad social, derecho a la paz, a un medio ambiente sano y al desarrollo, derecho a la integridad de la personas, a la equidad, así como la función social de la propiedad; además por su papel conciliador entre los distintos actores que componen la nación, como son la sociedad civil en su conjunto y el Estado, orientando a una participación ciudadana más activa a fin de que estos se empoderen por el reconocimiento y defensa de sus derechos fundamentales, para que le sean reconocidos por el Estado; esa vigilancia de la defensa y promoción de los derechos humanos por parte de la Conferencia en el transcurso de sus 50 años, ha conllevado a que la Iglesia dominicana haya pagado con sangre, sacrificio y persecución, el deber de asumir esta obligación y responsabilidad.
4. Sobre la violencia
La Conferencia del Episcopado Dominicano ha levantado su voz y su grito sobre la problematica social de la violencia, que ha penetrado en todos los escenarios de la vida individual y social, a saber: el deterioro del estado de bienestar y de los servicios públicos, el creciente desempleo, la corrupción y la impunidad; es así que el 19 de diciembre del 1975 se pronuncia indicando lo siguiente: “El egoísmo, que en su desempeño llega a adoptar la forma de la corrupción, de la violencia, del atropello, del irrespeto a la vida humana y a los demás derechos del hombre, es y será siempre el cáncer de la sociedad, el corrupto es capaz de las mayores infamias”.
5. Grupos marginados del campo y de la ciudad
La situación de grupos sociales marginados tanto del campo como de la ciudad, constituyen rara vez el centro de atención de los debates sobre derechos humanos; sin embargo, en la Declaración Sobre la Situación Campesina en el año 1967, la Conferencia plasma el problema que ha tenido este sector, los cuales han constituido violaciones constantes que lo han limitado y discriminado, ante los derechos reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas en el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, señalando que entre las problemáticas del sector se encuentran “la inseguridad en los títulos de propiedad, la carencia de tierras propias para poder asegurar el digno sustento de su familia, la dificultad para el acceso a los organismos agrícolas, técnicos y crediticios, entre otros”, subrayando además que “estos derechos fundamentales son aplicados explícitamente por la doctrina de la Iglesia”. Es oportuno indicar que lo manifestado por la Conferencia del Episcopado Dominicano en el año 1967, cuarenta y cinco años después es todavía una deuda social que continúa marginando estos sectores.
6. Ecología
El mantenimiento de las circunstancias ambientales y ecológicas que posibilitan la vida en la actualidad, se torna una necesidad improrrogable, debido a la crisis que se evidencia en la insostenibilidad del aprovechamiento de los recursos naturales que exigen los modelos de desarrollo contemporáneos, cabe destacar la trascendencia y visión de lo planteado el 21 de enero del 1987, en donde la Conferencia de acuerdo a la importancia del respeto a un medio ambiente sano como derecho fundamental y de un uso razonable y responsable de los recursos naturales, sostenía lo siguiente: “Entendemos las dificultades que envuelve la reforestación y un ordenamiento del uso de nuestro suelo, debido al deterioro actual, a la situación de caos que impera en este aspecto de nuestra vida material y por las raíces sociales que han determinado que lleguemos a esta situación caótica”.
7. Defensora, promotora e intercesora
La Conferencia en estos 50 años ha sido y es defensora, promotora, intercesora, por ante los distintos poderes públicos y órganos del Estado, así como por la sociedad del respeto de los derechos civiles políticos y sociales del pueblo dominicano y la ineficiencia por parte del Estado del reconocimiento de estos derechos, para que existan políticas públicas que le reconozcan y respeten estos derechos a los ciudadanos y ciudadanas, es necesario que haya dignidad para cada uno de los dominicanos. Es por ello que los distintos documentos de la Conferencia del Episcopado se han planteado en esta dirección, manteniendo en el tiempo más vigencia e iluminando y retratando la realidad social del país.
8. Cedail, Cáritas, PUCMM, Camino
En estos cincuenta años, la Conferencia se ha pronunciado de manera reflexiva y crítica sobre distintos tópicos pastorales y sociales, en lo que respecta a la defensa y promoción de los derechos del hombre, no se ha quedado solo en estos aspectos sino que ha pasado de la reflexión a la acción, se puede señalar el Centro Dominicano de Asesoría e Investigaciones Legales (Cedail), a través del cual que proporciona educación, acompañamiento, asesoría y asistencia en derechos humanos a los sectores empobrecidos y excluidos; Cáritas Dominicana, que proporciona su atención a las personas y grupos más pobres, en procura de mejorar sus condiciones de vida; la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), siendo uno de sus objetivos primordiales trabajar por el desarrollo integral de la persona humana, y el semanario Camino. Cada una de estas instituciones, apéndices de la Conferencia, se enmarca de manera concreta en el contexto de los derechos fundamentales.
9. Garantía de los derechos
La Conferencia Episcopal Dominicana ha abogado por la garantía de los derechos de la sociedad como son el respeto a la vida y la dignidad de las personas que se conciben como cimientos para la creación de una sociedad democrática y participativa, que afiance los derechos de los ciudadanos, para que sea más activa en cuanto a la defensa de sus derechos, donde puedan concretizar el ejercicio de los derechos fundamentales en sus diferentes manifestaciones a favor de la persona humana.
10. Objeto de estudio y conocimiento
Los aportes realizados por la Conferencia del Episcopado Dominicano en sus cartas pastorales, mensajes y comunicados deben ser objeto de estudio y conocimiento por parte de los cientistas sociales, organismos públicos, centros académicos, partidos políticos, grupos de la sociedad civil organizada, y la sociedad en general, porque los mismos son un referente de pautas y realidades sociales, teniendo vigencia desde el primero que se pronunció hasta nuestros tiempos; los mismos siguen constituyendo una fuente de información para la solución de problemáticas que se han ido planteando en estos 50 años, y que hoy como ayer afectan. Por la utilidad de estos documentos es oportuno citar a Kofi Annan, sugiriendo lo siguiente: “La universalidad de los derechos humanos es lo que les da su fuerza. Les otorga el poder para cruzar cualquier frontera, escalar cualquiera muro, desafiar cualquier fuerza”. Para lograr la meta de estudio y conocimiento más profundos están disponibles los tres volúmenes que recogen la Documentación del Episcopado Dominicano de todos estos años con un Índice Analítico muy útil, como también la disponibilidad de acceder al mismo material en la página web de la Conferencia del Episcopado Dominicano, a saber: conferenciadelepiscopadodominicano.com.
Conclusión:
CERTIFICO: mi gratitud al Lic. Domingo Paredes por haberme permitido reproducir su ensayo “Conferencia del Episcopado Dominicano, 50 años de defensa y promoción de los derechos humanos”.
DOY FE, en Santiago de los Caballeros, a los siete (07) días del mes de marzo del año del Señor dos mil trece (2013).
