En el pacífico municipio de Neiba han debido protestar de nuevo por los apagones de Edesur. Aunque la costumbre haya sacado de la moda protestar por apagones, cuando en una comunidad tan laboriosa y tranquila se procede de esa forma es porque la gente está hastiada. Se trata de un problema común a todos los municipios del valle que forman las provincias de la región Enriquillo.
El mes pasado el servicio en algunos pueblos de esta comarca reflejó alguna mejoría, pero ahora es un desastre. El párroco Ángel Cuevas teme que las protestas inusuales terminen en desgracia. ¿Puede Edesur devolver la tranquilidad a esa gente?
