Es incomprensible la reacción de dos funcionarios del Palacio, a propósito del artículo publicado tres lunes atrás, bajo el título “¿Con pies de barro?”. Parece que leyeron el título y no el texto; puede que hayan leído el texto y no entenderlo. Quizás lo entendieron y sean unas reacciones autoritarias impensadas.
De todas maneras veamos los fragmentos esenciales de ese artículo titulado “¿Con pies de barro”?.
Empieza así:
“Es obvio que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) no celebró su triunfo. Hubo una especie de recogimiento y pesadumbre. Fue, sin embargo, un gran triunfo para acumular seis victorias consecutivas ganadas sobre un 50% de los votos, como ha recordado el Dr. Leonel Fernández; esta ha sido sobre un 62% a nivel presidencial con mayor cantidad de alcaldes y diputados”.
El párrafo siguiente expresa:
“Las cosas sucedidas han puesto pies de barro a ese triunfo; no hemos sentido orgullo porque los conflictos y trapisondas nos han avergonzado. Más bien, hemos sentido la necesidad de realizar esfuerzos para recuperar y reencauzar la organización”. En los párrafos subsiguientes se mencionan esos conflictos partidarios, para pasar a explicar que de este proceso electoral surgió una organización opositora con cierta fuerza, con manifiesta disposición a confrontar al gobierno.
Dicho lo anterior, en los dos párrafos últimos se dice: “Un partido que va para 16 años consecutivos gobernando, más cuatro anteriores, debe cuidar su fortaleza. Penosamente eso no es lo que se está haciendo. Una parte de los dirigentes del PLD se sienten presidenciables, en parte porque tienen los recursos y, de otro lado, porque es una organización política exitosa y difícil de vencer”. “Aunque se pierde de vista que las debilidades del PLD deben ser superadas, porque es el soporte del gobierno que inicia, con pies de barro, no puede llenar ese propósito”. Es evidente que “¿Con pies de barro?” Es un artículo que se refiere al PLD, no al gobierno. Pero el señor Rodríguez Marchena, vocero presidencial, ha dicho que estoy “fuera de la realidad”; si esa afirmación es compartida en el Palacio, están bajo el riesgo de ser sorprendidos por la oposición y la realidad de que el PLD en conflicto, como dice la parte final del artículo “es el soporte del gobierno que inicia, con pies de barro no puede llenar ese propósito”. El otro funcionario es José Ramón Peralta, Administrativo de la Presidencia, quien ha proclamado que quiero “dividir al PLD” ¿De dónde saca esa posibilidad? Luce que no es del artículo, si lo leyó. Supongo que fue porque declaré algo a lo que me había referido antes a propósito de las elecciones congresionales de Venezuela, en diciembre pasado, que el voto castigo dado por chavistas derrotó al PSUV, organización chavista de gobierno. Esta vez dije: Danilo sacó un 62% y de esos el PLD aportó 50%. He preguntado qué porcentaje del 50% aportó Leonel y el leonelismo? ¿25%? ¿20%? ¿15%? Digamos 15%, sabiendo que es más; restemos ese 15% al 62% de Danilo y veremos que hubiera caído en 47%, por lo que iba a segunda vuelta. ¿No es esa la realidad? ¿Y qué tiene eso que ver con la división del Partido? Es obvio que esos dos funcionarios hablaron leyendo solo el título.
