Las ciudades están compuestas por bienes públicos y privados. En los predios privados se levantan viviendas, empresas, en fin, todo aquello a lo que se le da un uso privado, claro, regido por reglamentos de uso de suelo que aprueban los concejos municipales.
Los bienes públicos son controlados por los cabildos y destinados a un uso colectivo, sin que eso represente un pago por su uso. La ley municipal 176-07, en su artículo 179, establece que son bienes de dominio público las plazas, parques, aguas, canales, puentes, caminos, carreteras, calles, paseos y otras obras públicas de aprovechamiento colectivo y que su vigilancia es competencia del ayuntamiento.
De los bienes públicos, los de mayor uso colectivo son los espacios públicos, parques y plazas, esto porque son los hábitats por excelencia para fomentar el desarrollo del ser humano que lo utiliza, provee libertad a su usuario para recrearse, expresarse y relacionarse.
El español Sergi Valera dice que la psicología del entorno define al ser humano como un ente eminentemente social, que crece y desarrolla su identidad a partir de la interacción con sus semejantes. Por lo que se entiende que los entornos por excelencia para garantizar el contacto de los seres humanos son los espacios públicos.
Un espacio público en perfectas condiciones de iluminación, limpieza y vigilancia, incluso garantiza salud y seguridad a los ciudadanos, porque en la medida en que la gente puede liberarse de tensiones, del estrés que generan las responsabilidades diarias, disfrutando de un banco debajo de un árbol o de la grama que tiene el parque, en esa misma medida se evitan o retrasan afecciones cardiacas.
En el aspecto de la seguridad, un entorno público con el debido cuidado garantiza que el ciudadano pueda caminar sin temor a ser sorprendido por un desaprensivo, porque la iluminación así lo permite.
Los espacios públicos también son los entornos más democráticos, porque en ellos no se distinguen raza, color, posición social o ideología política de los vecinos que los usan, sino que en ellos todos tienen el mismo derecho.
