En las provincias de la región Este, el suministro de agua es muy irregular, con escasez de hasta una semana completa, lo que afecta la cotidianidad y la economía familiar.La situación se agrava por el hecho de que casi nadie confía en la calidad que las autoridades afirman que tiene el líquido que se suministra, ya que entienden que el agua no es apta para el consumo humano y que apenas se puede usar en labores del hogar como lavado y limpieza.
Y las zonas hoteleras de Bávaro-Punta Cana-Uvero Alto, así como Bayahíbe y Casa de Campo deben extraer el agua que utilizan del mar y procesarla en plantas de tratamiento propias.
La inconsistencia en el suministro es tal que para abastecerse de agua los orientales deben construir pozos en sus hogares o invertir sumas que en el caso de la ciudad de Higüey alcanzan hasta los RD$2,000 al mes en agua para el uso doméstico, tomar y cocinar.
Pero la escasez es minimizada por las autoridades. Omar Castillo, director regional del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), con asiento en Higüey, afirma que en los últimos dos años el suministro ha mejorado de forma considerable, y que el 75% de los barrios de la ciudad reciben agua con regularidad, la cual es tomada de pozos ubicados en La Matilla, La Enea, Bejucalito y el río Sanate.
No obstante, lo cierto es que en barrios como San José, Los Platanitos, Villa Cerro, Cambelén y Savica se pasan tres y cuatro días sin recibir agua, amén de que cuando la reciben la misma no es apta para beber o cocinar. Misma situación se vive en Hato Mayor. Pero el ingeniero Solgeiry Gómez, de Inapa, afirma que solamente los barrios que se han ido formando sin planificación sufren escasez, pues a la población se le suministran 1,100 galones provenientes del río Higuamo y de pozos ubicados en la comunidad de Alejandro Bass, en San Pedro de Macorís. Pero reconoce que el líquido no está apto para el consumo, sino para el uso.
En el municipio de Hato Mayor los sectores más afectados son Ondina, Las Malvinas, Gualey, Los Solares, Villa Canto, Los Genaos y Villa Vilorio, y aún más, en el mismo centro de la ciudad muchos ciudadanos se quejan de irregularidad y escasez en el suministro. Al momento de la visita de elCaribe no había agua en Los Genaos, Los Solares y Villa Canto.
En San Pedro de Macorís, sectores como Pedro Justo Carrión, Las Flores, Las Piedras, Miramar, Los Guandules, Placer Bonito, La Cervecería, La Villa Municipal y Barrio Lindo el servicio no es regular y el agua no se puede beber, por lo que la gente invierte al mes hasta RD$800 en agua de botellones para consumir.
El casco urbano de San Pedro de Macorís recibe alrededor de 200 litros de agua por segundo, pero las autoridades locales del Inapa esperan que una vez el nuevo acueducto esté terminado se podrá elevar la producción a 599 litros por segundo, con lo que se supliría la demanda de la población. El Seibo es la ciudad que menos queja tiene del servicio de agua. En la mayoría de sus barrios los moradores afirman que reciben el líquido de forma regular, pero igual se quejan de la calidad.
Agua en La Romana es 98% apta para consumo
Aunque también los moradores de La Romana se quejan de la inconsistencia en el servicio de agua, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de La Romana (Coaroom) se muestra orgullosa de ser reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por servir un líquido con el 98% de calidad requerida para el consumo humano. La institución que dirige el arquitecto Manuel de Jesús Cedeño asegura que la garantía del agua se debe a que en sus laboratorios se realizan análisis como PH, turbidez, cloro residual, sólidos disueltos, cloruros y alcalinidad.
La gente opina
Aquí el agua se pasa semanas y hasta meses que no llega y eso afecta la economía de los hogares”
Juan Cedeño
Residente en San José, en Higüey
Este barrio tiene más de 15 años que no llega el agua y siempre los políticos dicen que van a resolver el problema”
María Luisa Poli
Del Proyecto Rondón, en Hato Mayor
En este pueblo el agua casi no se va, pero sí hay problemas con los que están en la periferia y lugares altos”
José Jiménez
Morador de Los Hoyitos, en El Seibo
Hay veces en que escasea, pero casi siempre hay agua, aunque no muy abundante pero siempre hay; no me quejo”
Manuela Santana
Vecina de Restauración, en S.P.M
