Esteroides y millones van de la mano

Existe una relación directamente proporcional entre el consumo de esteroides y el afán de muchos jugadores por obtener contratos jugosos en las Grandes Ligas.

Existe una relación directamente proporcional entre el consumo de esteroides y el afán de muchos jugadores por obtener contratos jugosos en las Grandes Ligas. Miembros prominentes del club de los 100 millones de dólares han estado vinculados a los esteroides y aquellos que no han dado positivo en una prueba formal, enfrentan una duda de tipo sempiterno por los sectores de opinión de las Mayores y esto les impide alcanzar ciertos méritos  y reconocimientos, como es el caso del Salón de la Fama de Cooperstown.

Las sustancias prohibidas no aportan la cuota de talento que se requiere para triunfar en el mejor béisbol del mundo, pero sí conceden ventajas a los fenómenos del momento, quienes mayormente dan el salto a la danza de los millones.

Álex Rodríguez, suspendido el lunes por 211 partidos por la Oficina del Comisionado de las Grandes Ligas, es el dueño de los contratos más grandes que el juego ha conocido. Primero uno de 252 millones de dólares por 10 años en 2001 y luego otro de 275 millones de igual duración rubricado en 2008.

Además de Rodríguez, hay que mencionar a jugadores como Manny Ramírez, sancionado con 100 partidos por dos violaciones a esteroides, cuyas ganancias de por vida por concepto de salario sobrepasan los 200 millones de dólares.

El otrora jardinero Barry Bonds, el rey de los jonrones, pero cuestionado hasta la saciedad, se ganó 188 millones en una carrera que se extendió después de los 40 años a un nivel asombroso.

Roger Clemens fue otro que lanzó con calidad bien metido en los 40 años. De hecho, tenía 45 años a la hora de su retiro y a los 43 obtuvo su séptimo y último premio Cy Young.

Kevin Brown, el primer pelotero en cruzar la barrera de los 100 millones de dólares vía contrato, fue mencionado en el Reporte Mitchell, un escándalo en su tiempo en las Mayores, Jason Giambi, aún activo en rol de emergente con los Indios de Cleveland, recibió un pacto superior a los 100 millones de dólares con los Yankees y es de los pocos que han perdido perdón en público, aunque sin referirse directamente al consumo de esteroides, que como se ha podido comprobar también ayudan a sanar lesiones que extienden carreras.

La otra batalla

El castigo a Rodríguez, tercera base de los Yankees, considerado como excesivo en algunos círculos, está pendiente de una apelación que va para largo. Si se le reconfirma la sanción dejará de ganar más de 34 millones de dólares y nadie duda que su equipo busque anular los 86 restantes hasta 2017. 

Esa es la otra guerra que se libra en la novela de Álex y quizás la más importante de todas.

Si Rodríguez abandona la batalla se pierde más de 100 millones de dólares y sienta un precedente no muy bueno para su clase.

Hay un mensaje claro en todo esto: los equipos desean ponerle fin a la práctica de jugadores de consumir sustancias para lograr pactos voluminosos. Muchos propietarios se han sentido engañados por peloteros  que desean el estrellato, la fama y la buena paga inyectándose sustancias prohibidas.

Por eso a nadie debe sorprenderle que pronto se adopten medidas más drásticas contra los esteroides.

Texas tendrá que luchar sin el aporte de Cruz

Ahora que su poderoso toletero ha quedado fuera del orden al bate, los Rangers tendrán que adaptarse de nuevo si quieren regresar a los playoffs.

“Este es un club que nunca ha rehuido un desafío”, dijo el gerente Jon Daniels. “Tiene antecedentes de éxito y creemos en este equipo, creemos en los muchachos del club y en nuestro cuerpo de lanzadores”.

Tendrán que lograrlo sin el dominicano Nelson Cruz, el jardinero derecho y Jugador Más Valioso de la serie de campeonato de la Liga Americana de 2011, quien encabeza la ofensiva de los Rangers con 27 cuadrangulares y 76 carreras producidas. “El juego no se detiene porque un señor no esté allí”, dijo el mánager Ron Washington. Texas no contará con Cruz el resto de la temporada regular después de que las Grandes Ligas lo suspendieron 50 partidos el lunes a raíz de la investigación a la clínica Biogenesis, acusada de distribuir sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento. Cruz se disculpó con sus compañeros el lunes en los vestidores. “Simplemente fue un gran error. Él lo sabe. Él dio la cara y se lo dijo al equipo”, afirmó Holland. AP

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