Santiago. Los 950 estudiantes del liceo de Comedero Abajo en Fantino, en la provincia Sánchez Ramírez, reciben docencia debajo de un árbol.Los alumnos tienen que recorrer entre cinco y ocho kilómetros diariamente para acudir a escuelas de pueblos vecinos, debido a que el liceo TV Centro lleva siete años en fase de terminación.
Los trabajos de la obra fueron iniciados en el 2005 y se encuentran avanzados en un 80 por ciento, por lo que no se explican por qué el Ministerio de Educación no termina la escuela.
Profesores señalan que el plantel educativo en construcción presenta vicios en su estructura que deben ser revisados por los ingenieros responsables de su terminación.
Alegan que cuando llueve pierden hasta una semana de clases.
Representantes del Club La Unión, la junta de vecinos Renacer de Comedero Abajo, la Asociación de Padres y Amigos del liceo, la Asociación de Agricultores, estudiantes y clubes deportivos solicitan a la ministra de Educación, Josefina Pimentel, retomar los trabajos de construcción del centro educativo, ya que el mismo contribuirá con el desarrollo de los jóvenes de esa comunidad de la provincia Sánchez Ramírez.
“Los munícipes de esa comunidad aún siguen esperando que el Ministerio de Educación ordene la terminación de ese plantel escolar”, expresa Mercedes Polanco, de la junta de vecinos.
Más precariedades
Esta misma situación atraviesan mil estudiantes de tres escuelas en Jarabacoa, quienes deben recibir clases en enramadas y galleras.
El pasado 24 de noviembre del 2011 elCaribe publicó una historia sobre las condiciones en que reciben docencia mil 240 estudiantes de los centros de Jagua Gorda, Los Corozos y Jimayaco.
Los alumnos de Los Corozos tienen que cargar en sus manos las butacas para dar paso al juego de gallos. En comunidades de Tamboril, otros 350 estudiantes reciben clases en escuelas en peligro de colapsar debido a las grietas dejadas por los pasado temblores de tierra. Otros quince centros docentes sufrieron daños las comunidades Nagua con el más reciente sismo.
