Panamá. El uso de energías renovables constituye una pieza clave para integrar la parte social, ambiental y lo económico y para propiciar una explotación sostenible de los recursos no convencionales.De hecho, un conjunto de experiencias presentadas aquí por distintos países de Centroamérica dejan claro que el uso de energía no convencional es cada vez más beneficioso para los pueblos y el camino que las naciones deben transitar.
Las opiniones de diversos expertos en la materia que participan en el XXII Foro Regional de la Alianza en Energía y Ambiente con Centroamérica (AEA) indican que las actividades que realizan los seres humanos son las que están provocando el cambio climático, cuando no se actúa de manera responsable.
En el evento se han presentado casos concretos de instalación de biodigestores a través de residuos de la crianza de pollo, aguas residuales de los establos de ganado, excretas y vísceras de animales, entre otros, como muestra de que se puede generar energía sin tener que emplear derivados de petróleo para ello.
Algunas de las representaciones que asisten al foro organizado por la AEA han hecho hincapié en que “lo importante es que nada se pierda y todo se aproveche”.
En las zonas agrícolas hay partes como los desechos de coco de los cuales se puede evaluar cuál es el potencial que tienen de ser transformados en energía, según señala, Ana María Majano, experta en energía, que define el desarrollo sostenible como algo que satisface las presentes generaciones sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades.
