Exhorta nuevos profesionales aprovechar las oportunidades de Industria y Comercio

Al participar como orador invitado en el acto de la Octogésima (80) ceremonia de graduación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra PUCMM, el ministro de Industria y Comercio José del Castillo Saviñón, exhortó a los jóvenes a…

Al participar como orador invitado en el acto de la Octogésima (80) ceremonia de graduación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra PUCMM, el ministro de Industria y Comercio José del Castillo Saviñón, exhortó a los jóvenes a aprovechar la oportunidad que está brindando el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) en apoyo al emprendedurismo.  A continuación el discurso completo.

El gran ensayista y filósofo español Ortega y Gasset popularizó en el siglo pasado la expresión “yo soy yo y mis circunstancias”. Todos los presentes, pertenecientes a varias generaciones, somos producto de nuestras correspondientes circunstancias. De ahí nuestra personalidad individual y colectiva, conforme la época y el lugar –espacio/tiempo llama Einstein- en que nos ha tocado vivir. Somos criaturas de Dios modeladas por los hombres, por la sociedad y la cultura donde fuimos socializados.

Quien les habla ya se acerca a los 40. Un poco más joven que nuestro querido monseñor y algo más viejo que ustedes que deben andar por los 20 cortos. Cuando me inicié en la educación formal tuve la suerte de acudir a un pre escolar, Escuela Nueva, formado por dos educadoras (Meche Hernández Caamaño y Purita Sánchez) y una socióloga (Magaly Pineda), que aplicaban teorías innovadoras en la formación de párvulos. Luego ingresé al Colegio Dominicano de La Salle, donde hice toda mi instrucción básica, al igual que mi hermana Laura. Un colegio donde había estudiado mi padre y que consideraba excelente, como pude comprobar.

En el hogar recibí el auxilio de mi madre, Hilda Saviñón, egresada de la UASD con fuerte formación en ciencias y matemáticas, dada su condición de licenciada en química. Y de mi padre, José  del Castillo Pichardo, sociólogo con estudios en economía y política en Chile, además de historiador. Debo confesarles que otro recurso que encontré en el hogar que me sería de utilidad, libros aparte, fue la televisión educativa, que entretiene y enseña a la vez. Plaza Sésamo era un modelo.

Ambos hermanos ingresamos a la PUCMM, recinto Santo Tomás de Aquino. Ambos estudiamos la carrera de Derecho y seguimos la maestría de Derecho Empresarial que hoy se llama Derecho Económico. Igualmente, hicimos tesis sobre temas novísimos, tanto como el de la Organización Mundial del Comercio recién creada y los convenios de comercio, derechos de propiedad intelectual, prácticas desleales y medidas de salvaguarda, que  la entidad administra. Por qué, se preguntarán ustedes, si mis padres eran docentes de la UASD, prefirieron en su momento orientarnos hacia esta academia.

Y aquí entramos en materia. En primer término estaban la excelencia, la disciplina y los valores que han normado el desenvolvimiento de la PUCMM, desde su surgimiento modesto en Santiago en 1962 hasta su expansión hacia Santo Domingo. En segundo lugar, se hallaba la visión institucional de contribuir activa y paralelamente con el desarrollo de la comunidad de origen, la región y la nación, que ha guiado los pasos de esta universidad.

Por eso, esta academia, mi Alma Mater, ha impulsado la modernización de Santiago, de la mano de sus entidades más representativas, como la Asociación para el Desarrollo y una gama muy amplia de organizaciones. Su huella se encuentra en zonas industriales, el Instituto Superior de Agricultura, bancos, asociaciones de ahorro y préstamo, hospitales, aeropuerto, planes estratégicos de planificación urbana y otras iniciativas. Resaltándose así su papel como centro pensante y actuante.

A nivel nacional, desde el RSTA, la Madre & Maestra ha estado en el centro neurálgico de las más importantes reformas institucionales que se han realizado en las últimas décadas. No en balde se le reconoce como la casa del diálogo nacional y a su Rector Magnífico como el concertador por excelencia de los consensos que han permitido que el país crezca económicamente, mejore su sistema político y gestione con mayor eficacia las políticas públicas, persiguiendo mayores niveles de equidad e inclusión social.

En este sentido, en los últimos tiempos se ha logrado la institucionalización de esta función de diálogo social que ha sido tan provechosa, con la participación de los sectores empresarial, sindical y social (Ong’s, universidades, grupos comunitarios), a partir de la creación del Consejo Económico y Social (CES), consagrado desde 2010 en la nueva Constitución, cuya ley orgánica hoy cursa en el Congreso Nacional. La Estrategia Nacional de Desarrollo (END), la ley marco que pauta los lineamientos de políticas públicas para los próximos 20 años, le otorga al CES -que tiene su sede en el RSTA y preside, en reconocimiento a sus méritos, monseñor Agripino Núñez Collado-, el papel de consensuar tres pactos fundamentales para la implementación de la Estrategia: el fiscal, el eléctrico y el educativo. Entre otras importantes tareas puestas a su cargo.

Esas fueron las motivaciones determinantes que llevaron a mis padres a sugerir que estudiáramos en la PUCMM. Por demás, mi padre, desde que llegó de Chile en 1971, se vinculó a la universidad a través de seminarios que se celebraban en Santiago, en los cuales tomaban parte sus antiguos compañeros en ese país del Cono Sur, autoridades entonces de esta universidad, los sociólogos Rafael Acevedo, hoy cabeza de la encuestadora Gallup, y Emmanuel Castillo, director del diario La Información, así como un viejo amigo, Frank Moya Pons, historiador que editaba la excelente revista EME EME Estudios Dominicanos.

Luego, como consultor en el RSTA, mi padre trabajó en las reformas institucionales promovidas desde allí por el grupo Acción para la Democracia y el Proyecto Iniciativas Democráticas, para fortalecer la democracia, perfeccionar las elecciones, actualizar el Código de Trabajo, la legislación monetaria y financiera. Modernizar el Estado y reformar la Constitución.  Así como promover el diálogo en coyunturas de crisis económicas y políticas, identificar acuerdos y articular la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), en la cual la PUCMM y el CES, junto al Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, jugaron roles protagónicos, movilizando a todos los sectores de las fuerzas vivas del país.

En algunas de esas tareas yo también estuve colaborando, ya fuera como aprendiz de consultor o como novel profesional del derecho. Junto a mi padre, al entonces decano Adriano Miguel Tejada, actual director del Diario Libre, así como otros profesionales vinculados a esta universidad, como el sociólogo José Oviedo. Con quienes colaboré en la formulación de las reformas al padrón de identidad y electoral, así como en otras propuestas de reforma al sistema electoral dominicano, en el marco del Proyecto de Iniciativas Democráticas, financiado por USAID y administrado por la PUCMM, cuya dirección ejecutiva desempeñó una santiaguera egresada de esta academia, la Dra. Mu kien Sang Ben. Quien fue mi profesora de Historia de las Ideas Políticas y Sociales durante los estudios de Derecho.

A esta carrera ingresé en el 1992, dirigida por el Dr. Milton Ray Guevara, redactor para la época del recién promulgado Código de Trabajo, junto al Dr. Rafael Alburquerque, otro de mis profesores. Ambos ocuparían la cartera de Trabajo, siendo el último Vicepresidente en dos períodos consecutivos. El Dr. Ray Guevara es el presidente fundador del Tribunal Constitucional, materia de la que fui su alumno. Otro director del Departamento de Derecho con el que coincidí fue el Dr. Mariano Rodríguez, quien presidió la Cámara Contenciosa de la Junta Central Electoral (JCE) y funge actualmente como presidente del Tribunal Superior Electoral, a quien debo mis conocimientos sobre Historia del Derecho Dominicano.

El cuerpo docente de la época estuvo integrado, además, por hombres y mujeres que han desarrollado su carrera en la judicatura, como es el caso del Dr. Julio César Castaños, expresidente de la JCE, quien al igual que Hermógenes Acosta, Hiroito Reyes, Edgar Hernández, forman parte de las Altas Cortes del país. Asimismo, aprendí Lógica Jurídica y Derecho Canónico gracias al talento del padre Miguel Santana Marcano, mayor general castrense, quien dirige el Tribunal Eclesiástico Nacional.

Otros docentes como el Dr. Guillermo Moreno, exfiscal del Distrito Nacional y el Dr. Orlando Jorge Mera, antiguo presidente del Indotel, han descollado en la política partidista dominicana. Destacan también el Lic. Luis Arias Núñez, expresidente de la JCE, el Dr. José Alejandro Ayuso, quien fuera viceministro de Relaciones Exteriores, mi asesor de tesis. Del mismo modo, que el Dr. Eduardo Jorge Prats, anterior consultor jurídico del Banco Central y redactor de la Ley Monetaria y Financiera, miembro de la comisión redactora de la Constitución del 2010, junto a los doctores Ray Guevara y Castaños, entre otros.

A la luz de este breve relato, puede decirse que estudié con profesores competentes y brillantes, muchos de ellos también egresados de esta academia, que como se constata, han ocupado y ocupan roles destacados en la vida pública de la nación. Situación que se replica si examináramos cada una de las disciplinas profesionales que se cursan en esta universidad, la cual mantiene la excelencia y el servicio comunitario como divisas que mueven su accionar.
Puedo afirmar, sin equivocarme, que la formación recibida en las aulas de la PUCMM me ha permitido trillar adecuadamente el camino profesional, tanto en el ámbito privado como en la administración pública. Por eso me enorgullece haber pasado por la oficina que encabeza el Dr. Luis Heredia Bonetti, uno de los bufetes de mayor prestigio en el campo de la asesoría en inversión extranjera y negocios corporativos, con oficinas correspondientes abiertas en las principales ciudades del mundo. Lo mismo siento al haberme desenvuelto como consultor independiente del sector privado en las negociaciones de los tratados de libre comercio con Caricom, Centroamérica, el DR-CAFTA y el EPA con Europa. Una experiencia compleja e inolvidable, realizada en múltiples escenarios, mediante trabajosos procesos de negociación orientados a armonizar intereses y relevar las ventajas comparativas de la asociación en bloques comerciales.

La mayor parte de mi vida profesional la he desarrollado en el sector privado. Pero también los conocimientos adquiridos en la PUCMM me han servido para desempeñarme con idoneidad como consultor jurídico del Senado, mi primera experiencia en los poderes públicos, seguida por la asesoría en la Comisión de Industria y Comercio de ese cuerpo legislativo. Tras la cual vino mi función como viceministro de Energía y Minas en el MIC y luego la designación como titular de ese ministerio bajo el nuevo gobierno que preside el Lic. Danilo Medina. Vale decir, he podido conjugar roles en ambas caras de la moneda, algo que aprendí de cerca en la práctica y la filosofía que anima a esta universidad, mientras estudiaba en ella. Y que la ha convertido en un verdadero paradigma de los beneficios que deriva la sociedad bajo este enfoque de alianza pública/privada.
Al recibir el título que los acredita como profesionales en sus respectivos campos de especialidad, en el caso de aquellos que obtienen hoy su primer grado universitario, que son el 76% de los graduandos, se inicia una nueva etapa en sus vidas en el plano laboral. Ahora están certificados para ejercer una función adulta demandada en un mercado cada vez más exigente y competitivo.

Justamente estos requerimientos en un mundo globalizado son los que obligan a continuar perfeccionando y actualizando las competencias adquiridas. Razón eficiente de la oferta universitaria de los 25 programas de postgrado, que esta institución se ha esmerado en diseñar, como lo evidencian los 138 graduandos de este nivel que hoy reciben sus diplomas.

La PUCMM es pionera en el terreno de los estudios postgraduados, como ha sido en tantos otros aspectos de la vida universitaria y en el aprovechamiento de los recursos de la cooperación técnica, mediante convenios con universidades del exterior y organismos internacionales. Nuestro país, no sólo tiene los factores a su alcance para formar recursos humanos de clase mundial para satisfacer las necesidades locales. Sino que también cuenta con experiencia comprobada en la calificación de estudiantes procedentes de los más diversos orígenes nacionales. Además, estamos brindando asistencia en el plano universitario y técnico profesional a los jóvenes del vecino Haití. Lo cual reitera que los dominicanos sí podemos.

Ahora permítanme pasar algunos comerciales antes de finalizar. El MIC, como ustedes saben, apoya el emprendurismo como clave de crecimiento económico a través de la generación de riquezas y empleo formal. Que va de la mano con el programa de fomento de las micro, medianas y pequeñas empresas que pretende mejorar el acceso al crédito, ofrecer capacitación técnica, formalizar las empresas y facilitar la participación en las compras públicas. Algo así como democratizar la economía de la gente. Para ustedes, jóvenes profesionales llenos de energía vital, esta es una buena oportunidad para arrancar en mejores condiciones la realización de sus sueños como profesionales independientes o como empresarios de sus propios negocios.

Muchas gracias por escucharme y como dice nuestro Presidente, y también nuestro dinámico y eficaz Rector Magnífico, ¡manos a la obra! (Santiago, 8 de junio 2013).

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