Ensanche Ozama, SDE. Hace casi un mes que la vivienda de Cecilia Cayetano fue aplastada por completo a raíz del derrumbe de un edificio en construcción en el ensanche Ozama.A la fecha, ella y sus dos hijos continúan en la calle, ya que según explicó, los propietarios del inmueble no se han responsabilizado por los daños causados a la vivienda. Visiblemente indignada, Cecilia Cayetano dijo ayer que la propietaria del inmueble identificada como Yanet González, no responde sus llamadas telefónicas y que la única ayuda que le han ofrecido tras el accidente del que salvaron milagrosamente la vida son “unos colchones viejos”.
Afirmó que constituye una burla a su dignidad la insignificante ayuda ofrecida por González. “Ellos ahora están diciendo que yo no tenía nada de valor ahí, yo sólo pido que me paguen lo mío, todo lo que yo tenía ahí, mi vehículo…”.
Aún no han recogido escombros
En el lugar todavía hay restos del material de construcción que estaban utilizando los obreros para reforzar las columnas de la edificación ubicada en la calle Octavio Mejía Ricart y que según el Ministerio de Obras Públicas carecía de los permisos correspondientes.
Cayetano, quien era prestamista, dijo que debajo de los escombros se halla sepultada una suma de dinero que no especificó, sus prendas de oro, documentos personales y todos los enseres del hogar. De igual modo, permanecen enterradas una yipeta y un carro Mercedes Benz.
Indicó que si no se llega a una salida armoniosa con los propietarios acudirán a los tribunales para que González responda por las pérdidas millonarias ocasionadas. “Si ellos no responden nos vamos para los tribunales”.
Dijo que para ello apoderó a su abogado, Jesús Catalino Martínez para que lleve el caso.
“El trabajo de toda su vida está bajo esos escombros, ellos no tienen la culpa de tener al lado un edificio que era una bomba de tiempo”, afirmó un sobrino de la afectada.
El edificio no tenía los permisos reglamentarios
La comisión de Obras Públicas que investigó el derrumbe del edificio de cinco niveles, el pasado 5 de noviembre, determinó que la edificación carecía de los permisos de construcción correspondientes. La obra se empezó a erigir en 2007 sin los debidos estudios de suelo, factibilidad y vulnerabilidad y sin los cálculos estructurales.
Por su parte, el cabildo de Santo Domingo Este otorgó los permisos y al momento de ocurrir el hecho se desvinculó de responsabilidad, al afirmar que cuando fueron presentados los planos, la obra cumplía con los requisitos.
