Durante los ocho años de gobierno de Lula da Silva, 40 millones de personas dejaron atrás la pobreza y 36 millones pasaron a ser parte de la clase media en Brasil. El nuevo modelo de desarrollo del fundador y líder del Partido de los Trabajadores (PT) no hizo otra cosa que impulsar políticas sociales para favorecer las secciones más marginadas de su país y establecer lo que sus cercanos consideran una revolución social pacífica.
En el gobierno que encabezó Lula desde el 2003 al 2010, Brasil creó 20 millones de nuevos empleos formales, dinamizó la industria automotriz al punto de aumentar la producción de un millón 200 mil coches por año a casi cuatro millones y terminó con la elección de Dilma Rousseff, quien fue la candidata presidencial de Lula para representar a su partido.
“El secreto de ese salto al futuro, de ese crecimiento durante el periodo de Lula fue justamente la incorporación de los pobres al mercado de trabajo, de consumo, y la expansión de un mercado interno que llevó dinamismo a la economía brasileña”, reconoció ayer Luiz Dulci, quien fue ministro de la Presidencia durante el gobierno de Lula.
En una visita que hizo al director de elCaribe, Osvaldo Santana, Dulci explicó que el equipo del Ejecutivo que acompañó a Lula durante sus ocho años de gobierno buscaba que el país sudamericano pudiera crecer y que el crecimiento se viera reflejado.
La creación de programas sociales se convirtió en el eje para alcanzar este objetivo. “En Brasil se visualizaba la atención a los más pobres como un gasto.
En el periodo de Lula se vio como una inversión”. Así el Estado comenzó a invertir en la agricultura, la industria y lo que antes fueron “políticas asistenciales puramente compensatorias”, pasaron a ser proyectos socioeconómicos, de acuerdo con Dulci, quien ahora es director del Instituto Lula.
Entre los programas asistenciales creados por el Gobierno, Dulci destacó los de ayuda familiar, apoyo a la agricultura familiar, a las madres solteras y a los ancianos. “Esos programas sociales ampliaron el mercado interno de consumo popular. Con todas esas ganancias populares, más el acceso a los créditos al consumo popular -el crédito total en Brasil en los ocho años de Lula tuvo un crecimiento de 500%- creció mucho el acceso de las poblaciones más pobres a los bienes”. Así, comentó el exfuncionario, los más pobres pudieron comprar televisores, neveras y tuvieron financiamiento para adquirir sus coches y viviendas.
Como ejemplo de lo que fue la reactivación de la economía a partir de la mejoría de la clase baja, Dulci mencionó el proyecto “Luz para todos”, que llevó energía eléctrica a 10 millones de personas. “Lula decía que quien no tenía luz y ahora tiene, sale del siglo XIX al XXI… La gente lloraba porque sus hijos ya podían hacer sus tareas en las noches y eso representó un impulso para la industria eléctrica, porque además, todas esas personas compraron su primer televisor. Así es como se incrementa el mercado interno, esa es la dimensión económica de un programa social”, destacó.
Dulci explicó que varios de esos programas sociales fueron financiados con fondos del Estado, pero no fue un gasto perdido, porque esas inversiones volvieron a los cofres públicos.
En el caso de República Dominicana
Luiz Dulci halagó los programas que actualmente está llevando a cabo el Gobierno de República Dominicana y destacó que estos proyectos que surgen de Latinoamérica han sido más exitosos que los que sugieren los organismos internacionales para estos países. Esos organismos que antes veían con mucha cautela los programas de transferencia a los sectores populares reconocieron los resultados prácticos para sacar a las personas de las pobreza. “Reconocieron que son programas más adecuados, que toman en consideración problemas concretos”, dijo Dulci.
“Me atrevo a decir que varios gobiernos progresistas de América Latina, como es el caso de República Dominicana, Brasil, Chile y Uruguay, en cierto modo crearon y demostraron que es posible crear programas sociales exitosos que pueden dotar en materia de metodología de acciones sociales a países más ricos”, apuntó.
Durante su visita a elCaribe, Dulci estuvo acompañado del senador por Santiago, Julio César Valentín, y de José Oviedo Landestoy, del staff de la embajada dominicana en Brasil.
El exfuncionario visitó ayer al presidente Danilo Medina y hoy tiene un conversatorio en el Centro León de la Ciudad de los Caballeros, donde presentará la charla “Brasil, un salto hacia el futuro: Experiencias exitosas de políticas sociales”.
En su encuentro en elCaribe, Luiz Dulci destacó que el modelo nacional de desarrollo implementado por Brasil “no tienen la pretensión de ser un ejemplo para otros países. Fue un camino que el país adoptó para intentar superar sus dificultades”.
Quien conquistó quiere conquistar más
El año pasado, Brasil fue escenario de una cadena de protestas que se extendió por todo el país. Lo que comenzó como una crítica al transporte público, terminó con miles de personas, incluidas estudiantes, tiradas a las calles. Reclamaban más salud y educación, en lugar de la edificación de los estadios en lo que se jugaría la Copa Mundial 2014. Al tocar este tema, Dulci manifestó que quienes salieron a las calles, desde su punto de vista, no fueron necesariamente los que formaron la nueva clase media que surgió del gobierno de Lula, sino la “vieja clase media”. “No lo digo para criticar, porque esta clase también tiene sus derechos”, aclaró. “Las manifestaciones fueron sobre todo de las clases medias que buscaban beneficios”. Sin embargo, reconoció que quienes fueron agraciados con la política social implementada por Lula también tenían reivindicaciones que exigir. “Ya tienen derecho a la escuela, quieren mejorar la calidad de las escuelas. Ya tienen derecho a la salud, ahora quieren mejorar la calidad del servicio. Los pobres que ascendieron ahora quieren coche, que sus hijos estudien en la universidad. Quien conquistó una cosa, con toda razón quiere conquistar más”.
Lula no descarta lanzarse otra vez a la Presidencia
Luiz Dulci no descartó que Lula da Silva vuelva a aspirar a la presidencia del país, pero destacó que varias condiciones lo motivan a no querer tocar esta tecla: Rousseff acaba de ser reelegida y tiene cuatro años por delante y el expresidente, no sabe ni cuál será su condición al terminar el periodo presidencial, ni si habrán otros líderes para ese entonces. “Lula decía ‘la sabiduría de un líder es contribuir para crear otros líderes’”, destacó el invitado. “No queremos tratar de eso ahora. No consideramos que sea lo más adecuado”, dijo. Pero legalmente, Lula puede lanzarse nuevamente a la política. “No se puede descartar la posibilidad”.
Incorporación
Creo que si hay un secreto en el nuevo modelo de desarrollo del Brasil de Lula fue la incorporación de aquellos que vivieron al margen del mercado”.
Salud
La mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos representó una demanda mayor en el sector salud”.
2013
Los pobres que ascendieron no estaban en las manifestaciones contra Dilma. Fue la vieja clase media que reclamaba sus derechos”.
