Expertos analizan ataques al trabajo de encuestadoras

El trabajo de las firmas encuestadoras es una herramienta de mucha importancia para medir el comportamiento electoral, aunque siempre tendrá detractores.

El trabajo de las firmas encuestadoras es una herramienta de mucha importancia para medir el comportamiento electoral, aunque siempre tendrá detractores.Este punto de vista es compartido por el sociólogo y catedrático César Pérez y el representante de Gallup en República Dominicana, Rafael Acevedo, una de las firmas que más se ha aproximado a los resultados finales de las tres últimas elecciones presidenciales, incluida la del 2008, en la que predijo que Leonel Fernández ganaba con el 51.7% de los votos, y finalmente el actual mandatario salió victorioso con el 53.7%.

“Los políticos quieren que se crea solamente en sus encuestas. Y eso es una táctica. Aun el que está ganado, de algún modo detracta la encuesta que lo favorece públicamente. La detractan cuando dicen, nosotros tenemos más de ahí”, apunta Acevedo.

Dijo que este reclamo les sirve a los candidatos como una especie de salvaguarda, para garantizar que sus seguidores se mantengan fieles a sus propósitos políticos. Añade que esta táctica de campaña parte del criterio de que si los parciales de un aspirante presidencial lo perciben como un perdedor, entonces corre el riesgo de no ser apoyado.

“Otra cosa que se está dando es que hay partidos minoritarios que no tienen ni votos que aportar al candidato, no tienen estrategas, no tienen ideas ni prestigio. Entonces, qué le aportan. Esos son los que se ocupan de decir que estas encuestas son mentiras”, se queja Acevedo.

César Pérez entiende que el trabajo de todas las encuestadoras está al servicio de determinadas causas políticas y que esto los lleva a modificar los resultados respecto a la realidad que miden estos sondeos. 

“Pienso que hay encuestadoras y gente que están detrás de ellas, que son personas serias. Pero sí hay que admitir que las encuestas como se están usando en nuestro país desnaturalizan ese método y le hacen mucho daño a la credibilidad de una herramienta de primera importancia”, sostiene Pérez.

Considera que la valoración sobre el trabajo de las encuestas en tiempos de campaña, tiene que  sopesar diferentes matices. “No todas las encuestas ni todos los encuestadores son pocos serios. Los hay que son serios, pero hay muchos que son simples mercaderes que le hacen daño a la credibilidad de cualquier medición”, dijo Pérez.

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