Las campañas inducen a virulencias pero a las administraciones de Leonel Fernández no se les puede regatear su respeto a la libertad de expresión, la tolerancia del gobernante es casi proverbial.
Es de esperar que el ministerio público de las explicaciones pertinentes sobre la actuación pública contra el periodista Guillermo Gómez y su medio.
¿Una investigación por sospecha de delito electrónico ameritaba un procedimiento que puede interpretarse como un ataque contra un periodista opositor? Ambas esferas aparecen confusamente unidas al momento, lo que equivaldría a una inaceptable violación al derecho de opinión.
Aclarar bajo qué bases ocurrió el allanamiento contra Gómez defiende el prestigio democrático de Fernández.