Extendamos la cultura sísmica a las escuelas

En la semana recién concluida, las embajadas de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Suiza, Austria, Francia, Países Bajos, España y Argentina, celebraron un seminario para abordar los grandes peligros que representan los terremotos,…

En la semana recién concluida, las embajadas de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Suiza, Austria, Francia, Países Bajos, España y Argentina, celebraron un seminario para abordar los grandes peligros que representan los terremotos, los maremotos y los huracanes que amenazan nuestro territorio, así como los planes de respuestas con que cuenta el Sistema Nacional de Emergencias 911, en interés de que el personal diplomático acreditado en nuestro país conozca con detalles las zonas más vulnerables en casos de terremotos y maremotos, así como las zonas que históricamente han sido más afectadas por huracanes, de forma tal que ese conocimiento les ayude a responder adecuadamente en caso de que uno de esos fenómenos golpee nuestro territorio, siendo importante destacar que los embajadores y cónsules generales estuvieron presentes, y que las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del embajador de Estados Unidos, del embajador de Canadá, del embajador del Reino Unido y de la embajadora de Suiza, quienes destacaron que este tipo de seminario podría ayudar a salvar vidas.

En nuestro caso, fuimos invitados por la embajada de los Estados Unidos para dictar la conferencia “Qué hacer durante y después de un terremoto o maremoto”, mientras que correspondió al Ing. Miguel Campusano, subdirector de ONAMET, dictar la conferencia sobre las amenazas de los huracanes, para luego dar paso al Dr. Dalvert Polanco, director del 911, quien habló sobre la plataforma operativa de ese sistema y su capacidad de respuesta; porque es evidente que después del desastre generado por el terremoto de Haití, el 12 de enero de 2010, donde murieron unas 316,000 personas, la gente que habita en nuestra isla, así como quienes forman parte del cuerpo diplomático de cada país, se preocupan cada día más por un terremoto de gran magnitud que eventualmente podría destruir parte importante de las edificaciones que hemos levantado sobre los suelos blandos. Pero ya la semana preanterior habían sido el Ministerio de Defensa y la Escuela de Graduandos de Altos Estudios Estratégicos quienes, para iniciar un ejercicio de simulación de evacuación por causa de un terremoto seguido de un maremoto, nos habían invitado a dictar una conferencia sobre el riesgo sísmico inherente a la falla que delimita el borde norte de la Trinchera de los Muertos, al sur de Santo Domingo, y la posibilidad de ocurrencia de un importante sismo, de magnitud cercana a 7.6 en escala de Richter, que afecte la zona suroeste de la ciudad, pues esa falla, que es la segunda más importante de la isla, es la extensión oriental de la misma falla que en el 2010 provocó el terremoto que destruyó a la ciudad de Puerto Príncipe, y es la misma falla que en mayo de 1751 destruyó a la ciudad de Azua con un fuerte terremoto, seguido de un gran maremoto, siendo en ese entonces necesario reubicar a la ciudad en el lugar donde actualmente se encuentra.

El hecho de que muchos de los miembros del cuerpo diplomático acreditado en el país se interesen por los fenómenos naturales que pueden afectar a nuestra isla, y el hecho de que el Ministerio de Defensa y la Escuela de Graduandos de Altos Estudios Estratégicos se interesen por abordar la sismicidad desde el punto de vista científico, y al mismo tiempo, por realizar un ejercicio de simulación de evacuación, nos indica que las destrucciones sísmicas que hemos visto en diferentes partes del mundo, nos están motivando a prestar más atención a los riesgos naturales que siempre están latentes en nuestra zona, aunque sabemos que los satélites y modelos nos informan con mucha antelación sobre las posibles rutas y velocidades de vientos producidas por un fenómeno meteorológico, sea tormenta o huracán, pero todavía no disponemos de micromagnetómetros instalados en nuestras principales fallas sísmicas para alertarnos anticipadamente de un terremoto, motivo por el cual todavía gran parte de la población siente pánico ante la posibilidad de ocurrencia de un terremoto de gran magnitud.

Falta ahora que el Gobierno y el Ministerio de Educación también asuman el tema sísmico, e instruyan a los maestros para que expliquen en todas las escuelas públicas y privadas cuáles son los principales riesgos sísmicos a los que nos exponemos, y qué debe hacer cada persona antes, durante y después de un terremoto o maremoto; porque, sin ánimo de alarmar a la gente, cada día es más que evidente que en la medida en que pasa el tiempo nos acercamos más a la repetición de un gran terremoto que nos afecte a todos, y mientras mejor preparados estemos en materia de respuestas estructurales, personales e institucionales, menor será la cantidad de pérdidas de vidas y de propiedades, y esa debe ser la meta de cada ciudadano, la meta del Gobierno y de todo el cuerpo diplomático acreditado en suelo dominicano. l

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