Extinción de los dinosaurios: ¿meteorito o calentamiento global?

A finales de la década de 1970, exploradores geofísicos que buscaban petróleo en el golfo de México, descubrieron en las cercanías de Chicxulub, Mérida, lo que consideran ser un cráter de 180 kilómetros de diámetro, producido por el impacto&#8230

A finales de la década de 1970, exploradores geofísicos que buscaban petróleo en el golfo de México, descubrieron en las cercanías de Chicxulub, Mérida, lo que consideran ser un cráter de 180 kilómetros de diámetro, producido por el impacto de un meteorito de unos 10 kilómetros de diámetro, el cual se estrelló contra nuestro planeta, posiblemente 65 millones de años atrás, planteándose la hipótesis de que ese impacto fue el responsable de la extinción masiva de todos los dinosaurios que habitaban sobre toda la Tierra en el Cretácico superior.

Sin embargo, el hecho de que muchas otras especies animales sobrevivieran a tal impacto, cuestiona seriamente la hipótesis de que la magnitud del evento haya sido apocalíptica, pues si el impacto de un meteorito tuvo tanta energía cinética como para eliminar los dinosaurios que habitaban en zonas antípodas al impacto, entonces todas las demás especies animales debieron perecer instantáneamente a causa de la gigantesca onda expansiva de choque que no daba tiempo para refugiarse ni en cuevas ni en aguas, debiendo producirse el fracturamiento de las rocas de la región y un megaterremoto que sacudiera el planeta.

Pero la realidad es que no hay contundentes evidencias geológicas ni biológicas de que ese impacto haya sido tan apocalíptico como para matar simultáneamente a todos los dinosaurios de todo el planeta, porque las rocas cretácicas del Caribe no exhiben el fracturamiento que debió causar el megaimpacto del meteorito, ni exhiben la posterior soldadura por cementación calcárea, y/o férrica, de esas fracturas; y porque sobrevivieron muchas especies animales, como los ancestros de: ballenas, focas, leones marinos, delfines, cocodrilos, caimanes, tortugas, ranas, etc.

La extinción masiva de dinosaurios, ocurrida lentamente a finales del Cretácico superior, en el límite Cretácico/Terciario (K/T), se debió a un intenso calentamiento global inducido por una anormal actividad volcánica que emitió millones de toneladas de gases volcánicos calientes, entre ellos vapor de agua (H2O), dióxido de carbono (CO2), dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO), sulfuro de hidrógeno (H2S), cloruro de hidrógeno (HCI), metano (CH4), etc., los que sobrecalentaron nuestra atmósfera y eliminaron gran parte de la flora húmeda comestible que servía de alimento a muchos grandes animales, y al combinarse el mortal calor, hambre y sed, los dinosaurios murieron; pero sobrevivieron las especies animales que inteligentemente huyeron del intenso calor y se refugiaron bajo las frescas aguas de lagos, ríos y mares, adaptándose evolutivamente a un nuevo  estilo de vida anfibia.

Fósiles encontrados en Pakistán, y que corresponden al Ambulocetus natans, un cetáceo primitivo que tenía la capacidad de moverse en tierra y en agua, confirman la existencia de una especie transicional de ballena que habitó desde finales del Cretácico hasta el Terciario, demostrando cómo evolucionaron las ballenas a partir de mamíferos terrestres que para huir del calentamiento  global se refugiaron en el mar.

Eso explica porqué la ballena conserva una estructura esquelética similar a la del mamífero original ancestral, donde sus aletas pectorales conservan la morfología ósea de los extremos de sus patas originales, similares a la palma de una mano; sigue respirando aire superficial oxigenado, el cual toma saliendo a la superficie del mar cada 15 minutos para acumularlo en una bolsa interior adaptada por evolución; y al nadar mueve su columna vertebral verticalmente, similar al caminar de los mamíferos terrestres, y diferente al nado de los peces.
La onda expansiva generada por el impacto del meteorito de Chicxulub no pudo ser tan inteligentemente selectiva que sólo eliminara los “malos” dinosaurios del planeta, y dejara vivas las demás “buenas” especies animales.

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