Fábulas infantiles

Inolvidables y mágicas, amenas fuentes de moral, las fábulas infantiles aun me encantan. La de “los tres cerditos del bosque” resalta el valor del esfuerzo responsable: El sensato cerdito mayor evitó que el lobo los engullera a él y sus dos hermanos al trabajar duro para construir una casa segura. Por acabar rápido para irse a jugar, los otros dos hicieron viviendas de paja y de madera, las que el lobo derribó fácilmente. Lograron salvarse refugiados en la sólida casa de ladrillo edificada por su hermano, fajado cuando ellos se divertían. La enseñanza compete mucho a los dominicanos. Como personas, como país, nos salvamos con menos hedonismo e inclinación por lo fácil. l