Santiago. El sueño de Yesenia Martínez de contar con un trecho propio comienza a hacerse realidad con los trabajos de construcción de una vivienda en la comunidad Villa Liberación al sur de Santiago.
Actualmente, junto a sus dos hijos de 6 y 7 años, Yesenia malvive en una casa construida con cartón, hojalatas y retazos de zinc.
La estrechez en la que se desenvuelve impide que pueda hasta realizar las labores diarias con normalidad.
El nuevo hogar es levantado a escasos metros de su casucha, pero esta vez construido en blocks y con espacios acogedores, gracias a que fue seleccionada en un censo que el año pasado levantó el proyecto “Un techo para mi país”.
Actualmente viven en condiciones muy precarias. “Yo no sé como explicar la alegría que siento de saber que no tendré que dormir pensando en si llueve o no, si voy a ver mojados mis trates y que mis hijos tengan una casa segura”, expresó la dama al ser entrevistada por reporteros de elCaribe.
Yesenia encontró la mano amiga y solidaria de Rosa Albania Gómez, quien sirve como voluntaria en Un techo para mi país. Cuando llegó a la barriada, Gómez, al momento de evaluar la situación, no solo tomó en cuenta los niveles de pobreza, sino la sensibilidad humana de esa familia. Expresó que ante las precariedades, muchas veces ha tenido que recurrir a la ayuda económica de amigos, quienes aportan material, muchas veces varilla o arena.
También algunas empresas le han servido de soporte en esa tarea de ver una familia necesitada de un hogar seguro.
Dice que espera replicar esos trabajos en otras comunidades y para poder llegar a personas o familias tan necesitadas como el caso de Yesenia Martínez.
Agradeció el respaldo brindado por su amigos para esta causa que contribuye a llevar felicidad a una familia pobre del país.
