Hoy los dominicanos creyentes en la Virgen de La Altagracia, celebran este día, con una extraordinaria devoción de fe en los valores espirituales. La ocasión es aprovechada por la Iglesia Católica para comunicar sus ideas sobre asuntos que atañen e interesan a todos. En su Carta Pastoral la Iglesia centra la mirada en la familia, como valor insustituible en la sociedad. Nada más oportuno en tiempos de crisis de valores.
Como núcleo básico y fragua donde se forjan inicialmente los valores, la familia, junto con la escuela y las instituciones sociales y políticas, determinará la clase de ciudadanos del mañana y el tipo de sociedad en que vivirán.
Después de identificar los múltiples problemas que aquejan a la familia de hoy, las amenazas y las dificultades, como la violencia intrafamiliar y en la sociedad, la marginalidad, las secuelas de los niños en los hogares fragmentados, los malos ejemplos… concluye en que necesariamente hay que continuar trabajando por liberarla de tales padecimientos.
La misma Iglesia se reconoce comprometida con esa misión, no sólo como evangelizadora, sino como estimuladora de la acción social y participante activa a través de sus programas de caridad y solidaridad.
Igual compartimos la importancia de que privilegie la familia como centro para el desarrollo de políticas que tiendan a superar los grandes problemas sociales.
En ese esfuerzo juega un papel esencial el Estado, lo que la Iglesia reconoce.
Más allá de los programas solidarios y de acompañamiento en la labor de formación a través de las escuelas, es esencial fortalecer el régimen de protección para el desarrollo de familias estables, fundadas en la solidaridad, el amor y la unión como sugiere la Iglesia, pero para eso también sería necesario que se promuevan políticas que faciliten el acceso al empleo, la alimentación, los servicios y oportunidades para una mejor calidad de vida.
En todo eso, siempre será clave el rol de los jefes de familia. Cuanto se haga estará muy determinado por el papel que jueguen los padres y las madres.
Hoy, 21 de enero, es un buen día para reflexionar sobre estos deberes con la familia en primer plano.