El famoso economista Jeffrey Sachs señaló que felicidad y bienestar debieran estar entre los objetivos de todos los países. Dinamarca encabezó casualmente otra vez este año el Informe de Felicidad Mundial de Naciones Unidas.
Se supone que felicidad es algo subjetivo y relativo, pero la organización internacional la mide desde 2012 en base a criterios cuantificables como sanidad y educación públicas, subsidios de desempleo, estabilidad política, nivel de corrupción, salarios, igualdad de género y cuidado ambiental.
Los daneses son el pueblo más feliz del mundo en virtud de esos criterios. De entrada, tienen uno de los mejores estados de bienestar del mundo, sostenido a base de altos impuestos. Solo por eso llevan ya ventaja. Ellos resaltan sus interesantes manifestaciones de felicidad. l
