Una larga fila se forma en la avenida de Los Mártires. Mujeres, hombres y niños con cubetas y galones en mano esperan pacientemente que les toque su turno para conseguir un poco de agua.
Hace más de una semana que en Villas Agrícolas no reciben el vital líquido, lo que obliga a sus moradores a trasladarse hasta una planta de tratamiento que se lo suministra de manera gratuita.
Otros no tienen tanta paciencia y prefieren caminar un poco más para no encontrarse con la fila. Es el caso de Eduardo Severino, a quien su avanzada edad no le impide coger su carretilla para abastecer a su numerosa familia. “Yo vengo ahora del ayuntamiento, que hay una llavecita”.
Los residentes del sector, en las proximidades del Mercado Nuevo, dijeron que una de las tuberías por las que llega el líquido está rota, lo que complica aún más la situación.
Marina Durán, residente en Capotillo, donde hace más de dos semanas que no llega el agua, externó la misma preocupación: “Aquí tenemos que coger agua de un pozo, para beber, nos va a dar el cólera. Dígale a Leonel que venga a darnos un avisito, una esperanza… nos van a dejar morir”.
Durante un recorrido realizado por reporteros de El Caribe también se comprobó que en Cristo Rey, La Agustina y La Zurza hace varios días que sus residentes no reciben el líquido en sus tuberías.
Otros sectores, como Arroyo Hondo II, Galá y El Millón, en el Distrito Nacional, tampoco están recibiendo agua.
En el municipio Santo Domingo Este, de igual manera, muchos barrios enfrentan la falta de suministro.
Camiones. Tras el paso del huracán Irene, que provocó la salida de los principales acueductos que abastecen el Distrito Nacional y el noreste de la provincia Santo Domingo, los camiones que regularmente expenden el líquido no dan abasto ante la gran demanda de compradores.
Wilson Sánchez, uno de los camioneros que se abastecen de la bomba sumergible que se encuentra en el sector Los Jardines, afirmó que hace una semana están teniendo dificultades para abastecerse del líquido, por la gran cantidad de camiones que se aglomeran en las plantas.
“Yo he dejado de atender varios pedidos, porque no puedo atender la gran demanda de clientes que me llama”, agregó.
