Fin de un diferendo

Ayer, el presidente de la República y presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el presidente del Partido Revolucionario…

Ayer, el presidente de la República y presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) suscribieron un acuerdo orientado a facilitar una solución al ambiente de confrontación en torno al Centro de Cómputos de la Junta Central Electoral (JCE).

Es una buena noticia, porque despeja esa situación. El país necesita que las elecciones transcurran en paz, en un clima de confianza, libre de toda duda, en completa transparencia y seguridad de los actores políticos.

Los protagonistas del acuerdo adoptaron algunas previsiones orientadas a salvaguardar la débil institucionalidad dominicana. Solicitaron a la JCE, “en su condición de organizadora de las elecciones nacionales, con independencia técnica y administrativa… crear una Gerencia Informática colegiada que sustituya a la actual Dirección de Cómputos…”. Es lamentable que después del largo periplo democrático del pueblo dominicano, sea necesario este tipo de pacto. Pero esa es la realidad.

A consecuencia de ello, todavía requerimos de mediaciones para eventos como la elección de las autoridades nacionales. Si bien el acuerdo refleja el estado de situación de la sociedad política dominicana, al mismo tiempo reafirma la fuerza de algunas de las instituciones, como la Iglesia Católica, que se involucró al más alto nivel. Su mediación ha sido clave para devolver la paz al proceso.

La solución sugerida tendrá que ser conocida por el pleno de la Junta, y así lo consigna el pacto. No podía ser de otra manera.

La JCE no está obligada a estampar el sello sobre las firmas de los líderes políticos y los testigos, pero está bajo su responsabilidad facilitar la materialización de lo negociado.  Total, es obvio que esa institución no es ajena a lo acordado.

Más aún, sugerencia como la realización de la Auditoría Técnica al Centro de Cómputos y al Padrón, ya había sido pedida a la Organización de Estados Americanos (OEA).
El pacto es un indicador de la prevalencia del bipartidismo. Ha sido una decisión de los grandes, sin considerar para nada a los pequeños. Pero las tensiones había que superarlas

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas