Desde cuando hace 50 años leí la Relación de Echagoian, he sentido curiosidad por algunas de sus observaciones.
Me sorprendió su conexión del guayabal, los cítricos y el ganado cimarrón, así como inferir que Cotuí, era puerto de contrabando.
Dice Echagoian: “… en la tierra adentro, hay puertos de mar donde entran navios de estranjeros, y como van sin licencia de S. M. venden barato a trueque de cueros y azúcar, y se llevan el oro en polvo, y los vecinos, … matan cuanto ganado tienen, y por prohibir yo esto, y castigar a los oficiales que consienten estranjeros en aquellas partes … he sido odiado y mal visto de los dichos, y del presidente y oidores mis compañeros, …
Y como hayan de ir registrados los cueros de vacas de terneras, se sabrá para que se castigue, pues que de lo demás ganado macho, y del simarron y alzado que es mucho, pueden matar.
De otra manera se acabará de despoblar la tierra, porque cesaran los ingenios; porque cada ingenio es un pueblo, y aquellos sustentan la tierra, y en ella los negros no tienen otra comida y gastan muy mucho… asimismo hay falta de carne, porque los perros han criado y aumentado en tanta manera, que hay más de cien mil perros, como lobos, que llaman simarrones… matan el ganado, en especial el pequeño, … Otra tercera causa porque hay falta de carne, … es porque en la dícha isla hay un árbol grande, y otros hay pequeños, que se llaman guayabal.
Da una fruta muy hermosa, tan grande como un membrillo. De dentro las buenas son muy coloradas, y amarillas de fuera; tiene dentro muchos granos: y Ilámase guayaba; como el ganado alcance a comer esta fruta, de lo que estercola, como es tierra tan fértil, de cada grano se ha hecho y hace un árbol; y como haya nacido tanto número de árboles, ha hecho las tres partes del campo sombrío, que están tan espesos los árboles que no se puede caminar, y a caballo no se puede matar ganado, y los perros son más señores de él: y por ser el pasto sombrío no hay tanta yerba, ni se cria grano, por lo cual asimismo el ganado ha tenido acogimiento para de manso y de rodeo hacerse bravo y simarrón.
(Hay) muchas palomas, gallinas, y gallinas de Guinea sin número, que tienen el parecido y sabor de perdices, salvo que son muy mayores.
Y tantos naranjos dulces y agrios y secas y naranjas caxeles, como y de la manera que está dicho de los guayabales, que van haciendo el mismo daño como está dicho”.