La fuerza de la voluntad nacional

La República Dominicana cumplió 170 años de independencia y soberanía. Desde su fundación, el 27 de febrero de 1844, la nación ha librado batallas duras de todos los calibres contra sus enemigos internos y externos. En todas ha salido vencedora,&#82

La República Dominicana cumplió 170 años de independencia y soberanía. Desde su fundación, el 27 de febrero de 1844, la nación ha librado batallas duras de todos los calibres contra sus enemigos internos y externos. En todas ha salido vencedora, incluidos todos los intentos de potencias extranjeras para imponer a la fuerza su poderío en la isla. La lucha mayor ha sido contra el saqueo de las riquezas nacionales. Hacer que el Estado cumpla sus obligaciones con la población ha sido tarea difícil, cuando no imposible. Más bien, el Estado ha sido fuente de poder para individuos disfrazados de estadistas sin autoridad ni competencia para serlo.

Por primera vez hay algo que parece indicar luz al final del túnel. Los que han usado al partido de Juan Bosch para llevar candidatos trasnochados al poder tienen que reflexionar. Porque han convertido al PLD en una gallera. Todos quieren correr como caballos de carrera en el hipódromo Perla Antillana. Dejando atrás el democratismo, el clientelismo barato y estúpido, el Comité Político del PLD tendrá que poner en la mesa el tema de la candidatura presidencial. Y ponderar con responsabilidad y valentía el destino nacional después del 2016.
La propia oposición necesita reflexionar con seriedad si vale la pena  buscar candidatos de consenso entre quienes ya demostraron que no pudieron conducir el Estado con autoridad y competencia.

La democracia dominicana necesita fortalecerse. Si un país con 170 años de analfabetismo, agua contaminada, basura amontonada, hospitales sin medicina, sin electricidad, por primera vez empieza a mostrar cambios sustanciales, hay que reflexionar sobre lo que está pasando. Las encuestas han reflejado el sentir nacional. Danilo Medina ha hecho en dos años lo que  no hizo Leonel Fernández en doce, ni Joaquín Balaguer en 22 ni el PRD en 12 con Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco e Hipólito Mejía. Entonces, lo que hace falta es más realismo y desprendimiento. Lo que necesita el país es compromiso con la calidad de vida, las reformas y el combate a la impunidad. Danilo lo está haciendo bien, con la más sólida base popular. Por qué mandarlo a dormir a su casa después del 2016…

Un pacto por la democracia que tome en cuenta el papel de la oposición y lleve al poder a lo mejor del país hacia el 2016 es lo correcto. Discutirlo todo y pactar acuerdos nacionales. Incluido el paquete de la impunidad, talón de Aquiles de Medina quien ha tenido que gobernar con un pasamontañas que le cubra nariz y boca -para gobernar sin mirar hacia atrás- y no recibir los malos olores de la anterior gestión.

Si en cuatro años quedará la nación sin analfabetos, el productor agrícola tendrá rentabilidad y la luz estará resuelta, entonces hay que ver con otra perspectiva el proceso político nacional. Su digna renegociación del contrato con la Barrick Gold. Sin politiquería barata asumir la realidad de lo que ha significado Danilo Medina en la conducción política del Estado. Un proceso empujado por todas las fuerzas vivas de la nación, una candidatura de consenso, encabezada por Danilo Medina 2016-2020. Eso es lo correcto. Valorarlo y entender que su papel como Presidente habrá sido el más responsable y transparente en toda la historia nacional. Esa es la fuerza de la voluntad popular. Y borrar el San Benito de la dictadura morada.

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