Santiago. La Fundación Autismo en Marcha se ha embarcado en una tarea de trabajar con niños y adolescentes que presentan las características de un desarrollo emocional, social y lingüístico anormal.La entidad ubicada en la urbanización Casilda, al norte de Santiago, cuenta con cinco profesionales que, de forma voluntaria, se han sumado a esta tarea de ayudar a superar esta dificultad.
En la actualidad trabajan con 45 personas, de los cuales 35 son niños y diez son adolescentes, con edades comprendidas desde los dos hasta los 18 años.
Elizabeth Guerrero, presidenta de la entidad y la española Nuria Mejías, tesorera, dijeron que el objetivo de esta iniciativa es que en el futuro los niños y adolescentes puedan ser integrados a las labores productivas.
Guerrero explicó que en la fundación ofrecen terapias de lenguaje, de grupo, ocupacional, conductualidad y cognitiva. Hasta ahora ofrecen el servicio a niños que provienen de comunidades de Moca, Puerto Plata, La Vega y Santiago.
Como parte de la tarea de ayudar a los que menos puedan, decidieron otorgar dos becas a familias que serán acogidos por el colegio Tehui, que dirige Erika Olivares.
Los menores favorecidos son hijos de Fanny Bonilla Vásquez y Eliza Olivo Díaz.
“Hasta ahora solo contamos con la ayuda de una empresa que paga el alquiler de la casa donde estamos, por lo que instamos a empresarios y personas que se identifiquen con esta causa, que puedan tener la mano amiga, debido a que los costos son muy caros para ofrecer estos servicios”, refirió Guerrero al dar a conocer su labor en Santiago en favor de niños y adolescentes con autismo.
Explicó que los recursos recaudados para donar las becas, provienen de una presentación artística que hizo el “Trío Mi Amorch”, que decidió colaborar con esta noble causa.
La fundación tiene un año y seis meses ofreciendo sus servicios y sus directivos lamentan que el país carezca de estadísticas para saber cuántos niños enfrentan esa problemática.
