Generación inmortal

Kobe Bryant, Kevin Garnett, Jason Kidd, Tim Duncan y Ray Allen probablemente no jueguen baloncesto en la NBA más allá de las siguientes…

Kobe Bryant, Kevin Garnett, Jason Kidd, Tim Duncan y Ray Allen probablemente no jueguen baloncesto en la NBA más allá de las siguientes dos temporadas.
El tic tac del reloj del retiro retumba cada vez más con mayor intensidad, pero eso no es lo único que tienen en común estos cinco gladiadores.

Todos están en plena actividad en estos momentos y está claro que no existe un ápice de duda de que cuando cuelguen los tenis sus nombres, logros y proezas reposarán en el Olimpo junto a otros dioses del juego: el Salón de la Fama del Baloncesto en Springfield, Massachuchetts.

Ellos son Salón de la Fama ya, ni siquiera tienen que jugar una o dos temporadas más, estipuladas en sus respectivos contratos de trabajo. En ese mismo renglón se encuentran Dirk Nowitzki, Paul Pierce, Steve Nash y el argentino Enmanuel Ginóbili también dueños de carreras inmejorables que coquetean con la inmortalidad.

Kobe

Con 17 años de carrera en la NBA, Bryant está entre la élite del juego. Figura entre los primeros cinco mejores anotadores en la historia y lo más probable es que al momento de su retiro concluya en la tercera posición de ese listado, superando, incluso, al mismísimo Michael Jordan (32,292 puntos).

Garnett

Si de realeza se habla, es imposible ignorar a Kevin Garnett. Quizás su osadía y extravagancia no logren opacar del todo lo grande que ha sido este jugador de los Celtics de Boston, quien ganó una corona con ese equipo en 2008, una diadema que vino a impulsar su entrada al templo sagrado.

Duncan  y Kidd

“The Big Fundamental”, como le apodan a Tim Duncan, es precisamente eso: el jugador que mejor representa el juego. Prensencia notable dentro de la cancha, inigualable fuera de ella. Dueño de una opción para la estación de 2014-15, Duncan acumula cuatro coronas de campeón y dos premios de MVP, más que suficiente para sellar su estadía permanente entre los dioses del juego. Otro futuro inquilino en Springfield es Jason Kidd por su gran longevidad (19 temporadas), por sus dos medallas de oro olímpicas y su campeonato en 2011 con los Mavericks de Dallas.  Su imagen fuera de la cancha está algo manchada, pero dentro de ella es considerado como de las grandes figuras en la actualidad.

La consistencia.  Garnett, MVP de 2002-03 y Defensa del Año en 2007-08, cursa su decimo octavo año en la NBA y está firmado hasta la temporada de 2014-15, lo cual le hace candidato para terminar entre los primeros diez mejores anotadores  (24,605) y reboteadores de la liga (13,463).

Gran pasador.   Kidd, cuyo contrato con los Knicks es hasta el 2015, es segundo de por vida en robos de balones (2,591) y en asistencias (11,903), en ambos casos superado por el Salón de la Fama, John Stockton. No hay mejor garantía  para entrar que esa credencial del nativo de California, que además amenaza con terminar entre los primeros tres con mayor número de partidos disputados.

Argentina lo impulsa.   Es casi imposible que Enmanuel Ginóbili vaya a Springfield únicamente con lo que ha hecho en la NBA. Pero cuando se suma su trayectoria con los Spurs de San Antonio, más el desempeño con la selección nacional de Argentina es otra cosa. Ginóbili es el único no estadounidense con título de NBA (tiene tres), oro olímpico y oro en un Mundial.

Nash.  Dos premios de MVP es la mejor carta de presentación para Steve Nash, ambos fueron sucesivos. Si eso no le da un boleto al salón de los inmortales, vale decir que está entre los primeros cinco en asistencias, sólo detrás de Magic Johnson. Además ocho juegos de estrellas y tres veces en el primer equipo Todo NBA. Su único asterisco es un título, algo que muchos otros instalados no tienen.

Lo hizo todo. Kobe, que planea retirarse después de la temporada 2013-14, es dueño de cinco títulos de liga, un par de preseas de oro olímpicas y una larga lista de logros individuales que incluyen un premio al Jugador Más Valioso en temporada regular (2007-08). Es obvio que una temporada extra está en la mira.

El rey triplero.  Ray Allen no tendrá muchos problemas para entrar. Él es la estirpe de jugador que conjuga calidad y clase. Nadie ha anotado más triples que él en la NBA y además es miembro del selecto club de los 23 puntos, donde solo 25 han llegado.

La Verdad.   Su apodo lo dice todo. La Verdad le llaman a Paul Pierce, quien se convirtió el miércoles en el miembro 25 del grupo de los que han anotado 23 mil puntos. Pierce tiene 15 años en la NBA y no hay dudas que aún pueden ensanchar sus números. Ganó un campeonato con los Celtics de Boston y ha sido uno de los jugadores más certeros en momentos de presión.

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