En la democracia los partidos políticos aparecen gobernando, pero en realidad no son ellos los que definen, establecen e imponen las políticas públicas que asume y acepta la población. Desde los medios de comunicación y las redes sociales los empresarios influyen y presionan para que el Gobierno haga lo que ellos quieren, a los fines de aumentar sus intereses económicos.
Eso explica que la gran prensa, la cual estuvo bajo la propiedad de comunicadores, pasara luego a otras manos. Los empresarios han adquirido la propiedad de los mismos. Estados Unidos como cabeza bélica del sistema capitalista, se ha centrado en el control de las Redes Sociales y desde su territorio operan los 13 enormes servidores DNS que alimentan a miles a nivel mundial. Los DNS son equipos que almacenan la relación que existe entre cada dominio y su dirección IP (números) en internet.
Dicen los expertos que “en el mapa mundial de internet existen 13 DNS raíz que guardan la información de los servidores para cada una de las zonas de más alto nivel y constituyen el centro de la red. Se identifican con las siete primeras letras del alfabeto, varios de ellos se encuentran divididos físicamente y dependen geográficamente (anycast), con el propósito de incrementar el rendimiento”.
Evidentemente, EE.UU. como cabeza militar del capitalismo tiene ese control electrónico para toda su labor de inteligencia militar y espiar hasta a los presidentes de los países aliados más importantes, como ya se sabe.
El control no es sólo para desarrollar los mercados, sino también para realizar acciones políticas militares que con una combinación de Redes Sociales donde “cuelgan” e inician esas acciones y luego las “suben” a la gran prensa, provocan derrocamientos y golpes de Estado como en Libia y recientemente en Guatemala.
Desde hace menos de dos décadas se ataca el sistema de partido y se movilizan fuerzas sociales para promover desde las Redes Sociales que cientos de miles y millones de ciudadanos tomen las calles para embestir contra gobiernos a ser derrocados, muchas veces sin liderazgos definidos y generando una aparente espontaneidad. El sistema de partidos, cuestionado acremente, tiene el desafío de involucrarse en esta dinámica, en especial las organizaciones progresistas; ellas han avanzado logrando triunfos electorales recurrentes en varios países del mundo y más significativamente en América Latina. Estos partidos deben manejar y adecuarse a las redes sociales para revertirlas en su beneficio. Dos ejemplos exitosos son Syriza en Grecia y Podemos en España.
Pero la gran prensa impresa y televisiva se queja con frecuencia de su desplazamiento y ha recurrido a reproducir sus informaciones con periódicos digitales. También se dan líneas estratégicas de comunicación usando las Redes haciendo “colgar” informaciones.
Aún gobernando Leonel se realizó una campaña combinando las Redes Sociales con los medios de comunicación y movilizaciones que dieron como resultado el 4% para la educación. Luego, a finales del 2012, se ejecutó una estrategia de comunicación para desacreditar a Leonel, quien había salido con cerca de 70% de aprobación. No lograron destruirlo, aunque aquello condujo a los resultados conocidos.
Es evidente que el gobierno de Danilo Medina se defiende para no ser manejado desde los medios, los cuales son propiedad del gran empresariado; no así las Redes Sociales, medios para innovar y modernizar a los partidos.
