Santiago. Un estudio del Centro de Formación Social y Agraria (Cefasa)advierte que por falta de transparencia en el tema haitiano el Gobierno pierde cada año RD$7,300 millones.El estudio de Cefasa establece que el marco legal dominicano fomenta la irregularidad migratoria. El sacerdote jesuita Roberto Guzmán, director de Cefasa, dijo que esa es una muestra de un empresario que está ávido de tener un trabajador migrante documentado y legal y un Estado que experimenta contradicciones entre la mano de obra que necesita el país para la producción y la disposición para regularizarla.
La investigación realizada por una entidad denominada Cefinosa, describe, mide y analiza el impacto económico de la mano de obra haitiana indocumentada y dominicana de ascendencia haitiana en los procesos productivos de caña de azúcar, arroz, café, banano, construcción y la economía informal. El estudio fue presentado en el edificio empresarial ante representantes de entidades empresariales, universidades y profesionales de diversas áreas.
Más controles
La presentación estuvo a cargo de Saúl Abreu, director ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo (Apedi), quien expresó que la solución a la inmigración haitiana y regularización del estatus de la descendencia es uno de los grandes retos jurídicos, sociales y económicos de la sociedad dominicana. “La falta de controles en la frontera y la forma poco transparente del ingreso de haitianos a territorio dominicano impide cuantificar la mano de obra haitiana en el país”, expresó Abreu.
El sacerdote jesuita José Núñez estima que en el país solo treinta mil haitianos están documentados, unos nueve mil 500 con residencia y casi un millón ilegales.“Estamos creando una situación de pobreza que solo afecta a una población necesitada”, dijo.
Destacan el compromiso comercial con Haití
El consultor empresarial Agustín González recuerda que Haití es el segundo socio comercial de República Dominicana y uno de los mayores proveedores de mano de obra a la economía local. Reconoce que las desigualdades en que se encuentran los residentes en la vecina nación alimentan el fenómeno de las migraciones, al no encontrar forma de regularización.
