El Gobierno se ha propuesto como meta aumentar 0.4 punto porcentual a la presión tributaria para llevarla a un 14.5% del PIB, pero para ese estirón en los ingresos no contempla nuevos impuestos.Lo que sí está contemplado como sustento del presupuesto del 2014 es el cobro de figuras aprobadas en la última reforma fiscal y que tienen aplicación diferida, además la aplicación de un conjunto de medidas de política tributaria para el control de los gastos tributarios (exenciones) y para incrementar la captación de ingresos no tributarios.
Las medidas de política tributaria incluyen la percepción de los ingresos por peaje de las estaciones que estaban concesionadas y que pasan a ser administradas por el Gobierno, y la extensión del mandato otorgado al Ministerio de Hacienda de realizar el análisis costo beneficio de los incentivos otorgados por las diferentes leyes que crean gasto tributario, con el objetivo de determinar si las exenciones son redundantes o no, en base a la metodología diseñada para tales fines.“La estimación de ingresos fiscales considerada en el presupuesto general del Estado 2014 no contempla modificaciones en el régimen tributario ni en la administración y cobro de los impuestos, como tampoco en la aprobación de legislaciones que provean nuevos incentivos tributarios”, dice la Dirección General de Presupuesto (Digepres).
Precisa que el comportamiento de los ingresos tributarios se prevé estará redacionado con la aplicación de figuras impositivas de la ley 253-12 para el Fortalecimiento de la Capacidad Recaudatoria del Estado para la Sostenibilidad Fiscal y el Desarrollo Sostenible (la última reforma fiscal), que por diversas razones fueron pospuestas para el año 2014 o que son de aplicación gradual.
Entre esos aspectos está el aumento de 8 a 11% de la tasa del ITBIS a ciertos bienes primarios, el incremento de los montos del impuesto selectivo a productos del alcohol, bebidas alcohólicas y cervezas.
También figura la captación de los aportes de entidades en las que el Estado es accionista.
