Los Guerreros de Golden State deben ser los primeros en saber que si algo seguro tienen los equipos campeones es que tarde o temprano serán “excampeones”.
Así de sencillo.
Por igual, la tropa de Steve Kerr ha de tener bien claro que ni 72 ni 73 victorias en la regular significan nada si no cierran la temporada bañados en champaña por lograr nueva vez la corona del mejor baloncesto del mundo, el de la NBA.
Si Golden State perdió el enfoque de lo que realmente vale, entonces pagarán por ello.
Todavía tienen oportunidad de imponer un récord de triunfos en una serie regular, que sería de 73, con lo que eclipsarían a los Bulls de Michael Jordan y Scottie Pippen de 1995-96, donde también jugó Kerr. Si se quedan en 72, empatan.
Eso sería un capítulo grandioso en su registro y lo podrían alcanzar ganando los cuatro partidos restantes o tres de los mismos.
Sin embargo, quien los ha visto recientemente sabe que carecen del toque dominante, que su defensa ha bajado y han tenido que emplearse a fondo para derrotar a equipos que paseaban sin piedad en la primera parte de la campaña.
La caza de esa marca les pasa factura y les puede costar caro.
Kerr, alumno aventajado del incomparable Phil Jackson, ya dijo que las marcas se rompen, pero que las coronas son para siempre.
Mi pensar es que descanse a sus estelares y los programe para la extensa postemporada que les espera. Que guarden combustible para abril y mayo y fuego para junio.
¿Qué prefieren, ser historia por obsesionarse con un récord, pero fallar en lograr otro campeonato o hacer historia con su segunda corona en línea?
Apunte esto
Robinson Canó lleva cuatro jonrones…No cree en nadie…Empató con varios, incluido Nelson Cruz, en cuadrangulares al llegar a 242…David Ortiz también la desapareció y suma 505…Starlin Castro, Michael Franco y Carlos Santana dieron sus primeros de la estación ayer…Trevor Story, de Colorado, también inició con furia al igual que Carlos Correa, de Houston…Los grandes llegan temprano a las Grandes Ligas.
