Golpe bajo al club de boxeo Billy Thompson

Doña Ana Julia López, una mujer de 65 años, ha sido una de las tantas personas que han pasado por el hogar del asesinado entrenador de boxeo Manuel de Jesús Sosa para brindar apoyo a su familia.

Doña Ana Julia López, una mujer de 65 años, ha sido una de las tantas personas que han pasado por el hogar del asesinado entrenador de boxeo Manuel de Jesús Sosa para brindar apoyo a su familia.A poco más de una semana desde que dos hombres le quitaran la vida a Sosa cuando caminaba hacia su hogar en compañía de sus hijas, las muestras de dolor se siguen dando en el humilde apartamento, ubicado justamente al lado de su casa de siempre: el club  Billy Thompson, en María Auxiliadora.

López estaba ahí por una razón muy especial. Era el momento de agradecerle a Sosa el bien que le había hecho a su familia a través del boxeo. “El Maestro fue bueno con mi muchacho”, afirmó la sexagenaria mujer sobre Sosa, quien también era llamado “Puchito. “Cristian (su nieto) no perdió una pelea con él, lo tenía desde los cuatro años. Él estaba tan entregado con ese muchacho que era una cosa increíble”, recordó.

Como ese hay más casos. Es que “El Maestro”, como Manuel era conocido entre sus alumnos, ganó fama como uno de los mejores entrenadores de boxeo infantil de Santo Domingo al mando del club Billy Thompson, una de las potencias en esta disciplina.

De acuerdo con entendidos en este deporte, la institución boxística ha ganado por once años seguidos el torneo distrital infantil. Se dice que si no está en el primer lugar, el club Billy Thompson siempre figura entre los tres mejores en los eventos de categorías menores.

Vida consagrada al boxeo

Manuel tenía 42 años de edad y era segundo teniente de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), entidad en la que también trabajaba el deporte de las narices  chatas y manos enguantadas.

Su vida, según sus allegados, era su familia y el boxeo. Es que además de dejar en la orfandad a sus tres hijos Alejandra (17 años), Álex (15) y Madelin (11), muchos niños boxeadores del club jamás podrán ser abrazados por la figura paternal que representó Sosa, quien, como presidente de esa entidad, también realizaba un trabajo social del todo conocido. “Fue el mejor padre del mundo”, dice su hijo Alexander, quien acaba de pasar a segundo de bachillerato. “Él me enseñó todo sobre el boxeo y sobre la vida”.

Álex mostró orgulloso a elCaribe todos los pergaminos de reconocimiento, trofeos, fotografías y recortes de periódicos que su padre recibió a través del entrenamiento boxístico.

Él y toda la familia Sosa Flores esperan que los culpables de acabar con la vida de su padre paguen su culpa.

Precisamente, la Policía Nacional (PN) ya apresó a dos presuntos delicuentes vinculados al hecho que sucedió el pasado domingo día dos. Sosa recibió un disparo en el costado izquierdo que resultó mortal.

El torneo que nunca organizará

Como presidente del club Billy Thompson, Puchito estaba entregado en cuerpo y alma a organizar el torneo aniversario la próxima semana. “Él estaba que no descansaba con eso, arriba de eso todo el tiempo”, afirmó su suegra Cristina Flores. “Estamos tristes porque su esfuerzo no valió de nada”. Flores dice que no sólo perdió a un yerno, sino que también perdió a un hijo. Es que la relación con la madre de su esposa Alexandra era como la de dos amigos. “Era un hombre de bien, que no le hacía daño a nadie ni a nada”, apunta.

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