Un denominador común a todo el funcionariado, en cualquier país de América Latina, es que el tiempo en sus funciones viene a ser su peor aliado, dado que terminan “quemándose” o se “achicharran”, es decir, se desgastan, y, lejos de recibir los halagos iniciales, la población termina apostando a su pronta sustitución del puesto.

A cuatro años de sus funciones al frente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, al Lic. Gonzalo Castillo la prensa escrita y digital le identifica como el mejor valorado entre todos sus iguales.

Para quienes siguen de cerca su comportamiento, este aprecio en el seno del pueblo no es casual, ni se debe tan solo a que ha llenado el país de carreteras, puentes, elevados, paso a desnivel, seguridad vial, acciones de salud en las provincias, lo que marcan la diferencia en la burocracia oficial.

Las razones de ese aprecio van más allá de la inversión millonaria con la que ha contribuido al ensanchamiento de un país mejor del que nos sintamos orgullosos, es que, a diferencia de la tradición, Gonzalo es un ciudadano humilde, sereno, sin ínfulas de grandeza, que te habla “de tú a tú”, sin la arrogancia que ha servido de marca a los funcionarios en todas las épocas.

Gonzalo Castillo es de los pocos funcionarios que no concibe su plan de gobierno al margen de la comunidad organizada, obsérvese que antes de impactar al municipio o provincia con sus tan notables obras, primero este convoca a las fuerzas vivas, con las que valora y discute el proyecto a ejecutarse, y hace la comunidad el principal aliado para garantizar que esta sea el principal observador y garante de que sean obras de calidad y duraderas en el tiempo.

Entre los pocos funcionarios que llegan a los cuatro años de gobierno de manera invicta, con alta valoración, están el presidente Danilo Medina y Gonzalo Castillo. Me luce que si la administración pública contara con 10 funcionarios con las características de Gonzalo Castillo, pues como nación tuviéramos apuntando hacia la construcción auténtica de un país desarrollado, de los llamados del primer mundo. Es el ejemplo que debemos seguir, es el comportamiento que se debe imitar, y ojalá que el hombre se anime a estar con presencia más continua en los medios, para que Gonzalo Castillo se proyecte como el modelo a seguir por el pueblo dominicano.

Un denominador común a todo el funcionariado, en cualquier país de América Latina es que el tiempo en sus funciones viene a ser su peor aliado, dado que terminan “quemándose” o se “achicharran”, es decir se desgastan, y, lejos de recibir los halagos iniciales, la población termina apostando a su pronta sustitución del puesto.

A cuatro años de sus funciones al frente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, al Lic. Gonzalo Castillo la prensa escrita y digital le identifica como el mejor valorado entre todos sus iguales.

Para quienes siguen de cerca su comportamiento, este aprecio en el seno del pueblo no es casual, ni se debe tan solo a que ha llenado el país de carreteras, puentes, elevados, paso a desnivel, seguridad vial, acciones de salud en las provincias, lo que marcan  la diferencia en la burocracia oficial.

Las razones de ese aprecio, van más allá de la inversión millonaria con la que ha contribuido al ensanchamiento de un país mejor del que nos sintamos orgullosos, es que, a diferencia de la tradición, Gonzalo es un ciudadano humilde, sereno, sin ínfulas de grandeza, que te habla “de tú a tú”, sin la arrogancia que ha servido de marca a los funcionarios en todas las épocas.

Gonzalo Castillo es de los pocos funcionarios que no concibe su plan de gobierno al margen de la comunidad organizada, obsérvese que antes de impactar al municipio o provincia con sus tan notables obras, primero este convoca a las fuerzas vivas, con quienes valora y discute el proyecto a ejecutarse, y hace la comunidad el principal aliado para garantizar que este sea el principal observador y garante de que sean obras de calidad y duraderas en el tiempo.

Entre los pocos funcionarios que llegan a los cuatro años Gobierno de manera invicta, con alta valoración, están el presidente Danilo Medina y Gonzalo Castillo.

Me luce que si la administración pública contara con 10 funcionarios con las características de Gonzalo Castillo, pues como nación tuviéramos apuntando hacia la construcción autentica de un país desarrollado, de los llamados del primer mundo.

Es el ejemplo que debemos seguir, es el comportamiento que se debe imitar, y ojalá que el hombre se anime a estar con presencia más continua en los medios, para que Gonzalo Castillo se proyecte como el modelo a seguir por el pueblo dominicano.