Prevén expansión sin control de Santo Domingo hacia el Este

El crecimiento acelerado que ha venido experimentando el Gran Santo Domingo en los últimos años, encierra grandes retos en materia de ordenamiento territorial, y que ante la ausencia de regulaciones municipales, en materia de uso de suelo, se desparrama

El crecimiento acelerado que ha venido experimentando el Gran Santo Domingo en los últimos años, encierra grandes retos en materia de ordenamiento territorial, y que ante la ausencia de regulaciones municipales, en materia de uso de suelo, se desparrama hacia zonas que no reúnen las condiciones básicas de habitabilidad.

Aunque en la última década, las márgenes de la Autopista Duarte y las avenidas República de Colombia y Jacobo Majluta, muestran un aumento poblacional importante, empujado por la industria inmobiliaria, los arquitectos Omar Rancier y Erick Dorrejo, vaticinan que la ciudad continuará su expansión hacia el municipio Santo Domingo Este, cuya población, según el último Censo de Población y Vivienda de 2010 ya alcanzaba los 948,885 habitantes.

Dorrejo basa sus argumentos en el hecho de que las urbes suelen crecer desde su centro hacia el aeropuerto, por lo que observa que el tramo que va desde la avenida Las Américas hasta la terminal aeroportuaria seguirá poblándose, lo que dará como resultado una conurbación, término urbanístico que se usa para definir el proceso resultante del crecimiento de varias ciudades que se integran para formar un solo sistema.

Lo mismo piensa el decano de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu), Omar Rancier, quien añade un nuevo ingrediente al crecimiento de la Zona Oriental: la construcción del proyecto habitacional Juan Bosch auspiciado por el Gobierno central en alianza con el sector privado y que sumará 25 mil unidades habitacionales a la demarcación.

“Hacia el Norte el terreno es muy accidentado y hay una cantidad apreciable de arroyos y fuentes de agua, y aunque hay un vector de crecimiento, no es tan importante como lo que está pasando hacia el Este, que se está dando un proceso de conurbación. Todos esos poblados, Boca Chica sobre todo, se va a convertir a la vuelta de diez años en un barrio del Gran Santo Domingo”, vaticina Rancier.

Una de las condiciones básicas que motivan el crecimiento urbano es la infraestructura de conectividad, por lo que Dorrejo estima que, aunque menos importante, otra zona de expansión es la zona alrededor de la nueva avenida de Circunvalación, que unirá a la Autopista Duarte con Boca Chica.

Otra variable que podría potenciar el crecimiento hacia el Oeste es el proyecto ferroviario, que planteaba enlazar la ciudad con Santiago y Puerto Plata.

En cuanto a la avenida Jacobo Majluta, Erick Dorrejo piensa que no crecerá demasiado, debido a la inseguridad que ha restado valor a las unidades habitacionales que allí se construyen y añade: “Sobre la zona de Villa Mella el terreno es muy agrícola, muy fértil, pero para urbanizar es más costoso. Además los niveles de pobreza en esa zona son mayores, por lo tanto hacia ahí no crecería”.

El caso de Santiago

Ambos expertos coinciden en que en el caso de la provincia Santiago, el crecimiento urbano se está dando de manera incorrecta, hacia la zona Noroeste, donde se localiza la Falla Geológica Septentrional, motivado por la construcción de la Avenida Circunvalación Norte y la implantación de una serie de servicios.

Omar Rancier lo considera un grave problema, debido al alto riesgo sísmico existente en la zona, mientras que Dorrejo, critica el hecho de que el Gobierno se embarcara en su construcción sin tomar en cuenta el Plan de Ordenamiento Territorial que advertía de esos peligros.

“Cuando suceda cualquier cosa en Santiago, esa parte va a sufrir. Santiago debería crecer hacia el Sur alejándose de la falla, pero con ese ingrediente de la autopista, el Gobierno local tiene que prácticamente vedar todo el crecimiento urbano hacia el Norte”, opina Dorrejo.

En otro orden, Dorrejo puso como ejemplo el caso de Colombia que aprobó su ley de Ordenamiento Territorial en el año 1989 y no fue hasta el 2000 cuando pudo entrar en vigor ya que los ayuntamientos no tenían las capacidades técnicas y financieras para aplicarla. En ese sentido, piensa que el país debe transitar por ese camino antes de aprobar la ley.

Ciudades han crecido carentes de planificación

La ausencia de políticas territoriales ha originado una expansión urbana espontánea en zonas vulnerables a los fenómenos naturales y en terrenos con vocación agrícola. Actualmente el Gobierno concluye los debates para introducir al Congreso la ley que normará el uso de suelo en el país. Dorrejo, quien también participó en la elaboración de la pieza, advierte que la ley por sí sola no será la solución al problema, sino que debe ir acompañada de capacidades humanas, técnicas y financieras de los ayuntamientos, que en términos operativos aplicarán la normativa.

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