Santiago. El templo cultural, construido en el 1995 a iniciativas del entonces presidente doctor Joaquín Balaguer, es una entidad con proyección nacional e internacional, dedicada a la producción, promoción y difusión de las artes escénicas, musicales y audiovisuales, abierto a nuevas propuestas que fomenten el arte y la cultura, logrando un equilibrio entre la excelencia artística y la rentabilidad social y económica.
Muchos son los logros que exhibe la entidad en estos 20 años que tiene ofertando sus servicios, como haber acogido en sus salas a grandes artistas, tanto nacionales como internacionales, pero uno de los más importantes de ellos, a decir de Brenda Sánchez, su directora general y artística, es el posicionarlo como la primera opción en el entretenimiento en la región.
“Ya cualquier ciudadano piensa en el teatro como la opción número uno, además de abrirle las puertas a todo el mundo: el gran Teatro del Cibao tuvo la apertura a todos los sectores, sobre todo apertura a las personas que trabajan cultura, que quizás antes no se atrevían por una u otra razón a entrar al teatro, y lo hacen.
Tenemos capacidad llena del calendario casi todos los meses”, expresa orgullosa Sánchez, quien lleva tres años al frente de la entidad.
Esta apertura se ha dado tanto a los que hacen teatro como a los visitantes, ya que a la entrada de Sánchez a la dirección, se reunió con los teatristas del Cibao y les preguntó por qué no asistían allí a hacer teatro, y muchos le dieron diversas razones, como que no había fecha, que era muy costoso, o porque el sistema era muy complicado para entrar, entre otras razones.
Fue ahí que la entidad hizo un programa llamado Zona Abierta, especializado para esos teatristas, donde le dan patrocinio, le aportan las salas y solo pagan el personal, con lo que además de beneficiarse ellos, le dan vida a la sala.
“El Gran Teatro del Cibao, sin lugar a dudas, hace un gran aporte al desarrollo del arte y la cultura en la región norte y todo el país, primero por el creciente número de personas que cada día se sienten más satisfechas por contar con una institución cultural que llena sus expectativas y necesidades de alimentación de la mente y el espíritu, por vía del arte y la cultura en su propio ámbito. Y en segundo lugar como propiciador de la expansión de nuestra oferta artística local, que crece inspirada y motivada, por una institución que les ofrece los escenarios anhelados como base esencial para sus actividades”, precisa Sánchez.
En la gestión de Brenda Sánchez, la entidad ha desarrollado su responsabilidad social trabajando con las escuelas públicas y privadas, a través de un programa de visitas guiadas, donde reciben estudiantes todos los martes y jueves. Allí se les enseña todas las salas, se les muestra un documental del teatro, y hacen trabajos con títeres, dependiendo el grado escolar, para que de una forma divertida puedan conocer la historia del teatro.
“Las escuelas están ávidas por venir. Nos llaman muchísimo de pueblos que uno ni se imagina, y vienen muchos niños que quizás nunca han visto un piano de cola, o nunca se imaginaron entrar a un lobby del teatro, y aquí se les da la oportunidad”, precisó Sánchez, al tiempo de informar que también tienen una guía para visitantes internacionales, ya que siempre llegan muchos turistas a conocer sus instalaciones.
La entidad no tiene asignado nada del presupuesto nacional, sino que se mantiene con lo que produce, es autosustentable totalmente, por lo que no puede patrocinar sus propias actividades, pero siempre tiene un calendario de artistas, tanto nacionales como internacionales muy activo.
Brenda Sánchez aboga porque en un futuro la entidad esté en el presupuesto nacional y reciba recursos, ya que una institución como esta necesita un presupuesto para su mantenimiento, “porque como podemos exigir que el aire no se dañe, que tenga un buen sonido, que se le de mantenimiento a las luces, que la alfombra no esté dañada, cuando no hay un presupuesto para mantenimiento, no es posible, humanamente no da”.
Sánchez agradece al ministro de Cultura José Antonio Rodríguez, porque aunque no tenga un presupuesto, que eso no depende de él, porque antes de que él entrara ya estaba así, pero le ha dado la apertura para trabajar, y eso ha sido un gran apoyo, pues a su entender, si ha podido trabajar, es porque la han dejado. “Tengo que agradecer al presidente Danilo Medina y a José Antonio porque me han permitido hacerlo a mi manera”.
El Gran Teatro del Cibao tiene diversas salas para acoger las distintas manifestaciones artísticas, resaltando entre ellas la principal, llamada Sala de la Restauración, con capacidad para 1,600 personas. Además posee una sala pequeña, la Julio Alberto Hernández, el bar Moisés Zouain y la sala Divina Gómez.
“Tenemos también otra sala, que no se ve, la hemos denominado La Escuelita, que es para hacer los talleres y cosas que quiera hacer el productor. Arriba de los camerinos está el salón para que los productores puedan ensayar ahí, o una persona que trabaja teatro pueda hacer un taller sobre el tema”, precisa Sánchez.
Conociendo su historia e instalaciones
La obra arquitectónica del Gran Teatro del Cibao fue realizada por disposición del Gobierno del ex- presidente Joaquín Balaguer, inaugurada el 16 de agosto de 1995, con motivo del 132 Aniversario de la Gesta Patriótica de la Restauración y en honor a los Héroes de la Restauración, según expone la encargada de comunicaciones del teatro Yuleisy Núñez, en la memoria realizada a propósito de los 20 años de la entidad.
Explica que su diseño fue concebido por el arquitecto y diseñador dominicano Teófilo Carbonell, y resulta una réplica mejorada del Teatro Nacional de Santo Domingo, también de su autoría, por conservar, después de más de 20 años de servicio, su eficiencia funcional y frescura de estilo.
Al hablar de sus características, Núñez explica en la memoria que la entidad posee 10,000 metros cuadrados de construcción, recubiertos totalmente de mármol travertino, y que el escenario, de 24.60 metros de ancho y 20.85 metros de profundidad, tiene adyacentes y ocultos al ojo del espectador tres escenarios de igual dimensión. Su escenario principal está dotado de treinta y cinco trampas individuales, lo cual permite realizar efectos especiales con fuentes, fuego o apariciones sorpresivas.
La boca del escenario, de 18.00 metros de ancho y 12.00 metros de altura, es una de las más grandes del mundo, y la tramoya, que alcanza los 29.00 metros de altura, tiene capacidad para 110 telares simultáneos. El foso de la orquesta, cuya parte frontal es de alturas regulables mecánicamente, puede acoger con toda comodidad cualquier orquesta internacional.
Dispone de cuatro camerinos para grupos y un gran salón para uso y descanso de la orquesta. Se ha instalado un sistema inalámbrico fundamentado en láser para 200 personas con problemas de audición y cabinas suficientes para equipos de traducción simultánea. Así mismo, cuenta con un complejo y moderno sistema de intercomunicación y circuito cerrado de televisión para que la administración, los artistas y el público puedan seguir segundo a segundo la función, ya que micrófonos ocultos llevarán a cada área del teatro los pormenores del espectáculo.
La cámara acústica fue un diseño particular para los teatros de Santo Domingo y Santiago. El auditorio tiene capacidad para 1,600 personas sentadas y está compuesto por 10 palcos laterales que emergen de las paredes talladas en caoba nacional, responsables de optimizar el valor acústico de la Gran Sala de la Restauración y de funcionar como mezcladores de sonidos. El techo del área está conformado por 150 nubes acústicas que resuelven, con ayuda de las cortinas ocultas sobre dichos paneles, el buen manejo del sonido en altura.
Un sistema de alto parlante se haya oculto sobre las nubes, el cual se controla desde una moderna consola ubicada en las cabinas de control existentes en lo más alto del auditorio detrás de la gradería o balcón.
En cabinas contiguas se encuentra también la consola computarizada para el manejo de las luces del escenario, dotada de un conjunto de 120 dimmers que permiten realizar las más fantásticas combinaciones lumínicas.
En su nivel superior, el teatro posee dos espaciosas salas de exposiciones que se utilizan para charlas, conferencias, teatro experimental o exposiciones de artes plásticas. Estas son: la Sala Eduardo Brito, en honor al barítono Eduardo Brito oriundo de la ciudad de Puerto Plata, y Sala Divina Gómez, como homenaje a la teatrista y símbolo de la ciudad de Moca.
El Bar Moisés Zouain tiene capacidad para más de 150 personas, nombre este en honor al conocido compositor musical dominicano, Moisés Zouain. Una pequeña y bien equipada Sala Julio A. Hernández, especial para ensayos y espectáculos de menor asistencia. Su nombre fue puesto en honor a uno de los grandes compositores y musicólogos dominicanos de todos los tiempos.
El área de ingreso al público, que abarca tres niveles, ha sido sobriamente decorada en base a un muro curvo forrado en maravilloso ónix de Pakistán. Completan el grandioso espectáculo tres bellas torres de luces incandescentes diseñadas especialmente para este teatro por una firma alemana y confeccionadas en Canadá.
El tránsito entre el exterior y el interior del edificio ha sido exitosamente logrado a través de una zona con un bello piso de mármol belga “alas de mariposa”, una cerámica italiana de muy alta calidad. La bienvenida la da a los visitantes cuatro esculturas de la autoría del destacado escultor español don Juan Ávalos y especialmente dedicada al ex – presidente de la República, doctor Joaquín Balaguer. Las esculturas corresponden a Lope de Vega y Carpio, Calderón de la Barca, Fray Luis de León y la más atractiva de todas, Sor Juana Inés de la Cruz.
Los jardines del teatro se han conservado intocables en su totalidad, se preserva la formidable naturaleza circundante que allí prosperó durante años.
