Graves daños del reciente sismo de California

Hace apenas un mes, expertos en sismicidad, geotecnia e ingeniería sismo resistente nos reunimos en la ciudad de Anchorage, Alaska, convocados por el Instituto de Investigaciones de Ingeniería Sísmica (EERI) para participar en la Décima Conferencia&#8

Hace apenas un mes, expertos en sismicidad, geotecnia e ingeniería sismo resistente nos reunimos en la ciudad de Anchorage, Alaska, convocados por el Instituto de Investigaciones de Ingeniería Sísmica (EERI) para participar en la Décima Conferencia Nacional Estadounidense sobre Ingeniería Sísmica, celebrada del 21 al 25 de julio en el Centro de Convenciones de Anchorage, y donde se hizo énfasis en los altos riesgos sísmicos del estado de California, y las medidas que se han tomado para reforzar las estructuras existentes a fin de hacerlas resistentes ante un evento sísmico de magnitud superior a 8.0.

Más de dos mil delegados de diferentes partes del mundo, expertos en terremotos, llegamos al Estado de Alaska para discutir sobre las causas y las consecuencias de los grandes terremotos ocurridos en diferentes partes del mundo, analizar los principales fallos de suelos y de estructuras, y discutir los nuevos criterios que deben ser aplicados en las modernas construcciones para garantizar su sismo resistencia y proteger vidas y propiedades.

Durante aquel importante evento científico nadie podía imaginar que apenas un mes después, una mediana sacudida sísmica en la zona norte de California, de magnitud 6.0, que debió pasar casi desapercibida, provocaría más de cien heridos, dañaría miles de edificaciones y provocaría daños materiales por más de mil millones de dólares, llevando al gobernador estatal a declarar el estado de emergencia.

El Instituto de Investigaciones de Ingeniería Sísmica (EERI), que tiene su sede precisamente en California, sorprendido por los graves daños de este sismo mediano ha hecho una evaluación de los datos disponibles y de las consecuencias directas del sismo y nos ha reportado lo siguiente:

  1. “La aceleración pico del terreno (Pick Ground Acceleration, PGA) medida en el downtown de Napa, durante el sismo californiano del domingo, fue un 63% del valor de la aceleración de la gravedad (0.63g)”, valor sumamente alto para un sismo de magnitud 6.0, indicativo de suelos de malas respuestas sísmicas, que amplificaron las vibraciones del suelo y las fuerzas generadas.
  2. “Esta aceleración pico del terreno se produjo en el sentido Norte-Sur”, lo cual es normal en un lugar donde las fallas sísmicamente activas tienen dirección Norte-Sur, y por tal razón la sacudida sísmica mayor ha de ser en el componente Norte-Sur.
  3. “Una larga falla de rotura superficial, consecuencia del sismo, fue observada en los suelos de la región de Napa”, con dirección predominante Norte-Sur.
  4. “Se observaron efectos de licuefacción” producidos por el paso de las ondas sísmicas que atravesaron los suelos arenosos finos y saturados de agua.
  5. Y lo más importante es que “se observaron graves daños en múltiples edificios que habían sido sometidos a procesos de reforzamientos (retrofit)” para garantizar su sismo resistencia ante eventos de magnitud superior a 8.0, y al fallar con un sismo de magnitud 6.0, cuya energía liberada, medida en una escala logarítmica, es mil veces inferior a la energía que debieron resistir, “se concluye que muchos reforzamientos fueron infuncionales, y ahora se evalúan las causas de los fallos de los procesos de retrofit que fueron aplicados en la zona”; recordando que el viaducto de Hanshin, en Kobe, Japón, reforzado para resistir un sismo de magnitud 8.2, colapsó con un sismo de 7.2, es decir, una energía que fue 32 veces menor a la que debía resistir.

Los graves daños de este mediano sismo Californiano envían un claro mensaje a quienes trabajan en retrofit: antes de aplicar cualquier retrofit, primero estudie bien el suelo donde está la obra que usted quiere reforzar para hacerla verdaderamente sismo resistente.

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