Hacer bulto

Todos tienen derecho a ser oídos y sus ideas consideradas. Por eso tiene valor que los partidos minoritarios -diecisiete- reclamen inclusión en el diálogo sobre reforma de la ley electoral y el proyecto de ley de partidos. Pero debe existir un espíritu sensato y práctico para facilitar las cosas. Quizás un primer criterio razonable pudiera ser que las fuerzas representadas en el Congreso, todas, sean incluidas. Pero “todos”, sin excepción, no parece práctico. Es populismo. Con la misma vocación con que se han constituido como bloque de presión para reclamar participación no estaría de más que consensuaran sus propuestas, primero entre ellos, y delegaran en uno su participación, como bloque. “Todos” sería hacer bulto.