PUERTO PRíNCIPE. El presidente de la República de Haití, Michel Martelly, dio el primer picazo para la construcción de una zona franca en la comunidad Caracol, ubicada al norte de dicha nación.El parque industrial es edificado con recursos económicos del Departamento de Estado de Estados Unidos y el Banco Interamericano de Desarrollo, en la comunidad Champin, ubicada a unos 300 kilómetros de la capital haitiana, Puerto Príncipe, y a 40 de la frontera de Dajabón que comunica dicha nación con la República Dominicana.
En el acto inaugural estuvo presente el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, quien aseguró que su país continuará contribuyendo con el desarrollo de Haití y tiene en carpeta trabajar con los empresarios y diferentes sectores de la vida nacional haitiana.
Mientras que el presidente haitiano, Michel Martelly, expresó su satisfacción e indicó que dicha obra colocará su patria en la época de la industria.
El proyecto, que será levantado en un terreno de 2.5 millones de metros cuadrados, tendrá 30 naves, construidas a un plazo de siete años, con una inversión de unos 200 millones de dólares. En su primera etapa será de cuatro industrias que generarán 2,000 empleos directos y decenas indirectos y tiene previsto inaugurarse en julio del 2012.
Entre las empresas que tienen proyectado trabajar en las fábricas hay de telas y de muebles.
La obra es construida en la comunidad de Champin de la localidad de Caracoles con la finalidad de impulsar el desarrollo económico de la parte norte de Haití y saldrán beneficiados los poblados Caracol, Champin, Cap Haitien, Limonade, Quatier Morin, Trou de Nord, Terrieronge, entre otros.
Mientras que los residentes de dichos municipios expresaron su confianza en que con la zona franca mejorará la economía y que el progreso llegará a su país.
El proyecto es ejecutado por la empresa dominicana Constructora Estrella, que ganó la licitación pública internacional.
En la actualidad laboran en la construcción unos 300 empleados, de los cuales el 60 por ciento son haitianos y se tiene proyectado aumentar la cantidad de trabajadores.
Al acto del primer picazo asistieron empresarios haitianos, representantes de organizaciones internacionales, jóvenes estudiantes y residentes de la zona.
Crecimiento del país
El presidente haitiano estuvo junto con el expresidente estadounidense Bill Clinton y el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.
Martelly subrayó la importancia del acto al remarcar que “Haití está abierta a los negocios” y llamó la atención sobre las posibilidades de crecimiento en el país. Por el momento, la primera empresa que tiene previsto invertir en el parque es la surcoreana Sae-A Co, dedicada a la industria textil, y que ha anunciado la contratación de 20,000 empleados. Se espera que el parque comience a operar en marzo de 2012.
Efecto multiplicador
Por su parte, el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, aseguró que Caracol puede tener “un fenomenal efecto multiplicador en la región”, ya que fomentará “el surgimiento de pequeños negocios y extenderá el impacto económico del parque más allá de sus puertas”.
La Fundación Clinton, el BID y el Gobierno haitiano se han unido para atraer la inversión extranjera directa al país caribeño, aún afectado por el devastador terremoto de enero de 2010 en el que perecieron 300,000 personas y dejó 1.5 millones de damnificados, muchos de los cuales aún viven en campamentos improvisados en parques públicos de la capital haitiana.
Cadena Marriot invertirá 45 millones de dólares
La cadena hotelera Marriot Internacional invertirá 45 millones de dólares en la construcción de un hotel de 173 habitaciones en la capital haitiana, Puerto Príncipe. El hotel, cuya construcción comenzará en 2012 y se abrirá en 2014, según las previsiones, estará situado en la zona de Haut Turgeau y dispondrá de 168 habitaciones y cinco suites que se sumarán a las 500 habitaciones disponibles en la actualidad en la capital haitiana.
El establecimiento responderá a una necesidad de alojamiento y de zonas de reunión muy necesaria para los viajeros de negocios, las organizaciones no gubernamentales, los equipos de reconstrucción que trabajan en el país y las instituciones financieras.
