Halloween, una tradición que ha traspasado fronteras

Desde hace muchísimos años atrás, el 31 de octubre ha marcado la pauta en el calendario festivo estadounidense y canadiense con la celebración del Día de Halloween o también conocido como Noche de Brujas.

Desde hace muchísimos años atrás, el 31 de octubre ha marcado la pauta en el calendario festivo estadounidense y canadiense con la celebración del Día de Halloween o también conocido como Noche de Brujas. A pesar de que se trata de una tradición extranjera, República Dominicana desde hace un buen tiempo  ha adoptado la cultura de festejarlo a su propio estilo, ignorando las cualidades originales de la intención del evento que era  la de alejar los malos espiritus.

Los países latinoamericanos que acostumbran hoy a celebrar Halloween, lo hacen bajo su propio estilo y tradición; sin embargo, mantienen el mismo significado,  que es la unión o extrema cercanía del mundo de los vivos y el reino de los muertos. Se puede decir que la festividad, a pesar de tener miles de años, se ha mantenido hasta la fecha gracias a la importante actividad comercial y publicitaria que se brinda en los establecimientos comerciales, centros de comida y lugares concurridos por personas.

En el país el evento está asociado a una oportunidad para celebrar en familia y compartir con amigos cercanos, disfrutando de una noche de tragos y música para mover el “esqueleto”, pues este disfraz no puede faltar. También es propicia la ocasión para que los no tan jóvenes, dejen salir al niño que llevan por dentro y recuerden su infancia luciendo el disfraz de su preferencia.

La fecha le cae como anillo al dedo a los fanáticos de la celebración del Día de Brujas, pues por ubicarse a finales de mes muchos reservan gran parte de su quincena para hacer las compras necesarias y ponerse a tono con disfraces, máscaras, sombreros y artículos para decorar el espacio. En este sentido, los más solicitados  son  las calabazas de plástico, murciélagos, lápidas, esqueletos, el algodón (para simular la telaraña) y detalles que contienen los colores naranja y negro que no pueden faltar.

Fiesta de negro y naranja

Se dice que los colores sinónimos de Halloween son el naranja y el negro, porque al parecer la fiesta de la Noche de Brujas inició como un festival de la cosecha, época en que todo se ve de color naranja por el otoño. Mientras que el negro se tiende a relacionar con el lado de los muertos, representando también la oscuridad.

El terror por doquier

“La Cueva de Halloween”  es un parque temático diseñado para los amantes del suspenso y el miedo, una iniciativa conjunta de Acrópolis Center y Producciones Miguel & Magallanes.

“En La Cueva en Halloween”,  que estará abierta al público hasta el tres de noviembre, la imaginación y el suspenso, son protagonistas. Para que los asistente puedan sentir un miedo aterrador se han creado   espacios realistas, logrados mediante una mezcla de ilusiones ópticas, efectos de sonido e iluminación.

“La iniciativa forma parte del calendario permanente de actividades que durante todo el año celebra Acrópolis Center, siempre orientadas en satisfacer los diversos gustos y necesidades de sus visitantes, ofreciéndoles experiencias únicas y memorables en un ambiente seguro, vanguardista y estratégicamente ubicado en el polígono central de la ciudad de Santo Domingo”, dijeron ejecutivos de la plaza.  El costo de entrada es de 250 pesos por persona.

También, los amantes del terror pueden vivir de cerca la celebración de Halloween y descubrir nuevos monstruos en “La Mansión del Terror” de Sambil. En esta mansión, que abarca más de 2 mil metros, el público podrá poner su adrenalina a tope,  al vivir una escalofriante  experiencia entre brujas, vampiros y muertos.

La Mansión del Terror cuenta con 13 escenarios interactivos, con más de 60 actores en escena, con aterrorizantes emociones que sólo los más valientes podrán soportar.

La entrada tiene un costo de 300 pesos para adultos y 200 para niños mayores de 10 años. “Los menores de esa edad deben entrar a la mansión de manera obligatoria  con un adulto y  no se permite la entrada de mujeres embarazadas ni personas que sufran del corazón”, según los ejecutivos de  la plaza.

Origen de la celebración

Lo que hoy conocemos como la Noche de Brujas o Halloween se celebraba hace unos 3000 años por los Celtas, un pueblo guerrero que habitaba zonas de Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia. Precisamente el 31 de octubre, los Celtas celebraban el fin de año con el Samhain, una fiesta pagana.

El mito asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu, sus poderes eran usados para hacer “truco” maldiciendo la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios. Desde allí partió la tradición de crear calabazas en formas horrendas
como protección.

Con la inmigración europea a los Estados Unidos, principalmente la de los irlandeses católicos en 1846, llegó la tradición de Halloween al continente americano. Cuando se habla de Halloween o Día de las Brujas se piensa en disfraces, maquillaje, fiesta, dulces y niños; pero la tradición indica que su celebración no siempre fue festiva y alegre, y que los ritos que se practicaban durante la noche tenían un carácter purificador y religioso.

Saber
Al llegar a  Estados Unidos, Halloween, evoluciona, se desentiende de la tradición cristiana y se convierte en una noche con aura de débil misterio, brujas, fantasmas, duendes, espíritus, pero sin que se pierda el ánimo festivo y el buen humor.

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