Historia de la isla de Haití (III)

La emergencia o nacimiento de la isla de Haití fue suceso enlazado al inicio a los conceptos de materia que hemos internalizado por medio del aprendizaje formal en aulas supuestamente laicas, así como por medio de los libros sagrados de nuestra…

La emergencia o nacimiento de la isla de Haití fue suceso enlazado al inicio a los conceptos de materia que hemos internalizado por medio del aprendizaje formal en aulas supuestamente laicas, así como por medio de los libros sagrados de nuestra cultura y las prédicas de sacerdotes.

Lo que es, como verdad espiritual, lo copio de la traducción al castellano latinoamericano conocida como la Biblia Platense del religioso alemán monseñor Johannes Straubinger, que cito sin la puntuación que divide los versículos.
“Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era confusión y caos, y tinieblas cubrían la faz del abismo, mas el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas. Y dijo Dios: ´Haya luz´; y hubo luz. Vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y hubo tarde y hubo mañana: primer día. Después dijo Dios: ´Haya un firmamento en medio de las aguas que separe unas aguas de otras´. E hizo Dios el firmamento, y separó las aguas que estaban bajo el firmamento de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y así fue. Llamó Dios al firmamento cielo; y hubo tarde y hubo mañana: día segundo.

Y dijo Dios: ´Júntense en un lugar las aguas que quedan bajo el cielo y aparezca lo seco´. Llamó Dios a lo seco tierra, y a la reunión de las aguas llamó mares. Y vio Dios que estaba bien. Después dijo Dios: ´Brote la tierra hierba verde, plantas que den semilla, árboles frutales que produzcan fruto según su especie y cuya semilla esté en ellos sobre la tierra´. Y así fue. Brotó, pues, la tierra hierba verde, plantas que tenían en sí semilla según su especie, y árboles que producían frutos y cuya semilla se hallaba en ellos según su especie. Y vio Dios que estaba bien. Y hubo tarde y hubo mañana: día tercero.

Luego dijo Dios: ´Haya lumbreras en el firmamento del cielo, que separen el día de la noche y sirvan de señales y (marquen) las estaciones, días y años. Sirvan también de lumbreras en el firmamento del cielo para alumbrar la tierra´. Y así fue. Hizo, pues, Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para presidir el día, y la lumbrera menor para presidir la noche, y las estrellas. Púsolas Dios en el firmamento del cielo para alumbrar la tierra, para regir el día y la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que estaba bien. Y hubo tarde y hubo mañana: día cuarto.

Después dijo Dios: ´Pululen las aguas multitud de seres vivientes; y vuelen aves sobre la tierra debajo del firmamento del cielo´. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todos los seres vivientes que marchan arrastrándose, de los cuales hierven las aguas, según su especie; y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que estaba bien. Y Dios los bendijo, diciendo: ´Sed fecundos y multiplicaos y henchid las aguas en los mares; y multiplíquense las aves sobre la tierra´. Y hubo tarde y hubo mañana: día quinto. l Continuará

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