Hoy sí, mañana no

No es un síndrome per se. Es algo que sucede con frecuencia cada cierto tiempo en personas, descritas por los especialistas, como inestables.…

No es un síndrome per se. Es algo que sucede con frecuencia cada cierto tiempo en personas, descritas por los especialistas, como inestables. Tomemos como ejemplo el mes de Febrero, en el que cuelgan más cupidos que banderas en la ciudad. Empapado de una publicidad amenazante para los que están solteros, es cuasi una obligación conseguirse una pareja, al menos hasta que se termine la temporada de los corazones.

Cuando se marchitan las flores, afloran las excusas: «no eres tu soy yo». Y así, se pone fin a la relación. No se equivoquen, que esto no es sólo para San Valentín. También sucede en Navidad o en cualquier otra época del año en la que se demande compartir afectos (y haya regalos de por medio). Cuando una persona busca compañía específicamente para estas fechas, estamos frente a relaciones por temporada, ocasionales o pasajeras.

Roxana Gonzáles, psicóloga clínica y terapeuta de pareja, tiene una acertada, pero particular forma de llamarle: «Delivery». Nos cuenta que «estas relaciones llegan igual que una pizza a tu puerta: cuando la pides», explica. Sugiere que en ella una de los miembros busca al otro para satisfacer una necesidad y en cuanto termina, se va.

Huirle a una relación y a la estabilidad de la misma, es preocupante, según la especialista, cuando a la persona abiertamente no le interesa. A su juicio es enfermo que alguien sólo busque una relación en un momento determinado y con un fin específico. 

Cada vez peor

«Las relaciones estacionarias son altamente tóxicas. Esto trae, contrario a lo que se busca, que la persona termine mucho más triste de lo que se sentía», asegura Roxana. Es, como dice una salsa, una cura que resulta más cara que la enfermedad, pues las personas que caen en este tipo de amoríos, en el fondo, le temen a la soledad.

«El ser humano debe sentirse cómodo en su soledad, disfrutar de su propia compañía. Únicamente así, cuando la disfrute y se sienta bien, estará listo para una relación, de lo contrario lo que buscará es una persona que le llene sus propios vacíos y esto es la base de una relación tóxica», explica la terapeuta.

Además, el resultado de un rompimiento de esta índole deja ver que la persona está «sumamente influenciada por el qué dirán o que se deja llevar de la emotividad de las fiestas. Producto de esto cae en la trampa de entender que si no tiene nadie a su lado, está completamente vacío o vacía como individuo».

Causa

Según Gonzáles hay varias razones que llevan a este tipo de conductas:

– Una autoestima en el piso. Es una persona que no se valora, si es que entiende que su valía radica en tener una pareja.

– Dar mayor importancia a lo que dicen los demás, en relación a su propio pensar.

– La búsqueda de llenar un vacío.

– Les da miedo sentirse solos.

– Estas personas probablemente estén tristes o ansiosas por su situación de soltería y están cansados de que los demás cuestionen su falta de pareja.

Buscando información en la web sobre este tipo de «relaciones», dimos con una página en la que publican anuncios varios: uno de una dama que busca pareja sólo para tener quien la abrigue por el frío de la brisita navideña. Otros, únicamente lo buscaban para pasar una noche.

Terminamos estas líneas con una interrogante: ¿y es que acaso, a eso se le puede llamar una relación? Sean ustedes los jueces.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas