Los hoyos de las calles y las cloacas destapadas afectan una gran cantidad de aceras y contenes de la capital, cuya situación es la queja permanente de los ciudadanos que se ven expuestos al peligro.Los peatones deben caminar con mucho cuidado por algunas aceras de diferentes puntos de la capital, incluso, a veces les resulta más seguro “tirarse” a las calles para evitar ser “víctima” de los profundos hoyos.
Ayer, don Amable Vargas miraba hasta el fondo de un hueco entre las calles Pedro Livio Cedeño y Ortega y Gasset, el cual, además, está lleno de basura.
Vargas dijo que ese hoyo tiene más de cuatro años y a pesar de que las aceras las han arreglado, las autoridades no se han preocupado por taparlo.
“Eso es un peligro para los que vivimos por aquí, porque tenemos que caminar con mucho cuidado, sino nos caemos como muchos que he visto caer ahí y salen golpeados. Es un abuso que eso tenga tantos años a la vista de tanta gente”, expresó.
Igual situación se observa en la calle Euclides Morillo, de Arroyo Hondo, donde dos hoyos ocupan un considerable espacio. Igual deterioro presenta la avenida Mella, la cual se ve afectada en varios puntos, lo mismo que el Expreso Quinto Centenario, donde abundan los orificios.
Grupo de no videntes ha reclamado el arreglo de las aceras
En octubre del pasado año un grupo de no videntes hicieron una marcha, que culminó en la entrada del Ayuntamiento del Distrito Nacional para exigir que acondicionaran las tantas aceras que están intransitables.
En ese entonces, los no videntes pidieron, tanto al ayuntamiento capitalino, como al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, que se condolieran de ellos porque necesitan las aceras limpias ya que muchos de ellos, en varias ocasiones, han caído en los hoyos lo que les ha provocado graves heridas en todas partes de su cuerpo.
Se roban las tapas de los desagües y las cloacas
Muchos de estos agujeros son el resultado del robo de las tapas del sistema de alcantarillado que, según explicaron algunos afectados, las autoridades no las reponen, lo que provoca que a medida que pasan los días, semanas, meses o años, los hoyos se hagan más grandes y peligrosos. Como es el caso de la transcurrida avenida Mella en la ciudad capital.
