Desde que en República Dominicana inició el proceso de reforma agraria en 1962, hasta la fecha, se han entregado más 525 proyectos agropecuarios, muchos de los cuales se han ido alejando de los objetivos para los cuales fueron cedidos.Las estadísticas del Instituto Agrario Dominicano (IAD) indican que de unos diez millones de tareas que históricamente ha facilitado hay alrededor de dos millones en la parte agrícola; otros dos millones en proyectos agrícolas-pecuarios y ganaderos y cerca de un millón cien mil tareas que de agrícolas y pecuarias pasaron a ser urbanas o suburbanas.
Ese fenómeno no es exclusivo de un solo punto geográfico del país; ha ido pasando en prácticamente toda la República, en lugares como la provincia Santo Domingo (incluidos Los Alcarrizos, Sabana Perdida y Villa Mella, que en el pasado fueron propiedades facilitadas a personas en condición de parceleros) y en San Cristóbal (en lugares como Haina y Madre Vieja) que por un crecimiento demográfico ha venido convirtiéndose en áreas urbanas y suburbanas. Santiago no ha sido ajeno al fenómeno. Quiere decir que necesariamente ha habido un cambio de objetivo en función de la importancia y el crecimiento demográfico.
En lo correspondiente al IAD se estima, además, que cerca de 900 mil tareas que han sido facilitadas tienen vocación turística. Entre esas tierras pueden citarse las de Bahía de las Águilas (sur del país) y una parte importante en la zona Este. El director del Instituto Agrario Dominicano, Emilio Toribio Olivo, en conversación con elCaribe sostiene que ese organismo posee proyectos forestales, en su composición de facilidades otorgadas. Toribio Olivo reconoce que ha habido una serie de cambios de objetivos, por parte de los beneficiarios, en función de aquello para lo que se facilitó la tierra a muchos de ellos.
En la gestión de Medina
El IAD, en lo que corresponde a la gestión de presidente Danilo Medina, ha entregado unos 4,087 títulos definitivos (incluidos unos 3,587 entregados ayer en cuatro comunidades de Limón del Yuna).
En adición, hay más de 2,000 títulos para entregar posteriormente en la provincia María Trinidad Sánchez (sin fecha para entregar) y 2,000 más para entregarse en Azua.
Emilio Toribio Olivo garantiza que antes de abril de 2016 (siempre partiendo de la programación del Presidente) el IAD habrá cumplido la promesa del jefe del Estado, de entregar más de 10,000 títulos. Eso conlleva no solo el componente de parcelas, sino que Medina ha instruido para que se titulen los solares donde viven los parceleros, que también fueron facilitados por el IAD. Cuando eso ocurre, la parcela adquiere mayor valor y los propios solares y pueden servir de garantía para la ampliación de las inversiones en sus respectivas áreas productivas.
Cuando este periódico le pregunta a Toribio Olivo qué proporción de los títulos entregados por el IAD desde su creación son definitivos y cuántos son provisionales, sostiene que para determinarlo es importante hacer una subdivisión obligatoria. En la gestión de Toribio Olivo (poco más de un año) se han entregado seis nuevos proyectos, y eso implica que para los mismos –necesariamente- hay que dar títulos provisionales.
Explica que primero hay que acreditar al parcelero, que éste tenga un tiempo de cinco años de trabajo de las parcelas (en función de la Ley 58-79, de Reforma Agraria) para luego recibir la certificación definitiva, siempre y cuando se mantenga labrando los predios.
Se legalizan y pasan a ser productores formales
En más de un año que Toribio Olivo lleva al frente del IAD la institución ha entregado 94 mil tareas. Son terrenos que no estaban registrados, ni los productores posicionados en ellos. “Lo que hacemos es legalizarlos como parceleros del IAD y como productores formales. Ellos cumplieron con los requisitos de la ley y a partir de ahí les hemos entregado el título provisional”, indica. Y agrega: “Eso significa que nosotros hemos entregado entre 1,300 y 1,400 títulos provisionales a asentamientos nuevos”.
Son el soporte para arroz, los vegetales y ganadería
Entre el 40 y el 45% del arroz generado en el país procede de terrenos de la reforma agraria. De las musáceas (en el caso específico del banano orgánico) se estima que cerca del 36% de la producción es de reforma agraria, mientras del banano convencional (que también se exporta) el 20% se cosecha en predios agrarios. En la producción de vegetales, tanto los de invernadero, como los de campo abierto, los terrenos de reforma agraria tienen también bastante incidencia y en la parte ganadera hay un porcentaje significativo.
