Iglesia suspende a sacerdote acusado de agresión sexual

Juncalito. En las investigaciones realizadas por la Fiscalía se comprobó que el sacerdote de nacionalidad Polaca, Wojciech Gil (Alberto), agredió sexualmente a tres niños, uno de ellos durante nueve años.

Juncalito. En las investigaciones realizadas por la Fiscalía se comprobó que el sacerdote de nacionalidad Polaca, Wojciech Gil (Alberto), agredió sexualmente a tres niños, uno de ellos durante nueve años.

 

El Arzobispado de Santiago, mediante un comunicado, indica que una vez informada, la Congregación le  pidió a la Fiscalía realizar las investigaciones correspondientes y llevar el caso  hasta las últimas consecuencias, de tal manera que prevalezca la verdad y la justicia. La magistrada Gladis Núñez, encargada de la Unidad contra la Violencia de Género, explicó que en un levantamiento hecho por el Ministerio Público, se determinó que la mayoría de los niños que eran sometidos a las vejaciones, servían al sacerdote como monaguillos. Hasta ayer, solo Ramón Bonelly, el padre de un niño de 11 años, y Roberto Rodríguez, vocero de los grupos comunitarios, habían acudido a querellarse ante la Fiscalía. Dijeron que fueron al menos ocho los menores abusados.

Investigaciones

Aunque la magistrada Núñez dijo que no necesita de una querella formal para poder actuar, debido a la gravedad del hecho, informó que junto a la Procuraduría inició el proceso para el retorno del cura a suelo dominicano.

Aunque el padre Alberto, como es conocido, había viajado desde Alemania hacia Polonia con planes de regreso, al parecer al enterarse de que sería apresado se quedó en su tierra natal. Las dos personas que le acompañaron regresaron en la fecha prevista.

La fiscal interina, Aura Luz García, dijo a elCaribe que los elementos de pruebas ocupados vinculan al cura católico, quien sirvió por muchos años en la iglesia San Antonio de Padua del distrito municipal de Juncalito, del municipio de Jánico. Daniel, nombre ficticio de uno de los ocho menores agredidos sexualmente por el sacerdote polaco Alberto Gil Nojache, dijo a elCaribe que para impedir que el cura hablara, quien sirvió por mucho tiempo en la parroquia San Antonio de Padua, le advertía del poder de la Iglesia católica y de la maldición que caería sobre él y su familia.

“Yo no como ni duermo, aún temo que el sacerdote vuelva y me haga daño, como vivía amenazándome si decía lo que hacía conmigo y otros niños de esta comunidad”, indicó. Las pesadillas son tan terribles que el menor de 15 años, quien cursa el primer grado de bachillerato, en ocasiones llora y hasta habla de quitarse la vida.

El adolescente aún no ha podido tomar los exámenes, por la vergüenza que tiene de presentarse ante sus amigos.

En Juncalito dicen que el poder de influencia que tenía el sacerdote polaco era tal, que los comunitarios lo consideran como especie de salvador del pueblo, pues logró conseguir una ambulancia, un camión y trabajó en la formación de 180 niños en grupos de rescate. En marzo 15 del 2012, CDN realizó un trabajo con el padre Alberto, quien sirvió de vocero para reclamar la construcción de la carretera.

Avisan la suspensión a las diócesis

El Arzobispado de Santiago informó que recibieron una misiva del Superior de la Delegación del Caribe de los Padres Miguelitas, en nombre de la Congregación San Miguel Arcángel, en la que les comunica que el presbítero Wojciech Gil quedaba suspendido de sus funciones sacerdotales, la cual han aceptado, según las normativas de la Iglesia.

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