Del Listín Diario a Arte y Cine
El 15 de junio de 1942, producto de las presiones económicas ejercidas por el gobierno de Rafael Trujillo, el matutino Listín Diario salió de circulación. En ese momento el ayudante personal del director y jefe de Redacción del periódico, Luis Miura Baralt, pierde su empleo, por lo cual emprende el negocio de su vida. Comienza, junto a Eduardo Pellerano Sardá, a editar una revista semanal llamada “Arte y Cine”, título que fue cedido por Pancho Ortiz. Miura Baralt se embarca hacia Curazao adquiriendo una prensa Chandler and Price de 14x 20, un linotipo marca Mergenthaler y varios otros equipos que dieron vida a la nueva revista que se especializó en las bellas artes, específicamente en el cine, y que se distribuía gratuitamente en los teatros. En la imagen de enero de 1948 vemos una de las portadas de la glamurosa revista, que lastimosamente desapareció ese mismo año.
Don Luis Miura Baralt
Desaparecida la revista, Miura Baralt, a quien vemos a la derecha en una fotografía sin fecha, se mantuvo en la impresión de libros y revistas de diferentes autores dominicanos y extranjeros, comenzando así un oficio familiar. Además de sus labores en la imprenta, continuó ejerciendo el periodismo y por largos años fue corresponsal de Prensa Unida Internacional (UPI) en el país, y además desempeñó funciones en la Organización Patronal Dominicana y representó al país en la 42ª Conferencia Internacional de Trabajo celebrada en Ginebra, Suiza, el 21 de junio de 1958. Por la imprenta pasaron numerosos autores dominicanos, tales como Juan Bosch, Ramón Marrero Aristy, Aurora Tavárez Belliard, Mariano Lebrón Saviñón y muchos más. Por su compromiso con la democracia, colaboró con la impresión de volantes en contra de la dictadura. Miura Baralt, falleció el 5 de septiembre de 1973 y dejó un reconocido legado de seriedad y honestidad.
De Miura Baralt a Miura Senior y a Miura Ramírez
Luis Miura Baralt, primera foto, enseñó a su hijo el oficio de la imprenta, pero más que esto, también lo involucró en las labores periodísticas, al punto de que como cuenta en su libro Luis hijo, “Mis Vivencias en la Imprenta”, imprimió volantes contra el régimen; recibió de su padre el encargo de transmitir a UPI el cable con la Carta Pastoral de los obispos del 31 de enero de 1960; estuvo presente en momentos históricos como la presentación de los cuerpos sin vida de Antonio de la Maza y de Juan Tomás Díaz mientras tomaba notas junto a su padre, y también fue el encargado de enviar a UPI el cable por medio del cual se distribuyó al mundo el famoso acróstico de septiembre de 1961, pocos meses después de la muerte de Trujillo, en el cual se tachaba al dictador de “Ladrón y asesino”. Miura hijo, en la segunda foto, llegado el momento, tomó las riendas de la imprenta y siguió las pautas aprendidas de su progenitor, manteniendo su compromiso profesional y familiar con su empresa y con el país. Como la tinta corre por las venas de los Miura, otro miembro de la familia, de una tercera generación, Luis Miura Ramírez, ya sigue los pasos de sus antecesores.
